El próximo 26 de agosto comenzaría en los Tribunales de San Nicolás el juicio oral y público contra Ramón “Choni” Álvarez y Ángel Ayala. Están imputados de la muerte de Alcides Pércara, en un confuso hecho ocurrido en noviembre de 2007. Las defensas sostienen la inocencia de los dos, y apuntan a un tercero que confesó la autoría del homicidio.
El 28 de noviembre de 2007, Alcides Pércara ingreso en grave estado al Hospital San Felipe. Había sufrido una golpiza y como consecuencia de las complicaciones posteriores falleció sin poder declarar ante la Justicia. En su lecho y agonizando, dijo que Álvarez y Ayala lo habían golpeado. Pércara fue rescatado por el propietario de un caballo que el muerto le fue a reclamar a Álvarez. Ferreyra, el dueño del equino, manifestó que su amigo Alcides fue lanzado sobre la tranquera de la quinta del “Choni”, de una camioneta negra que conducía el propietario del predio.
La investigación que llevó adelante el Dr. Patricio Múgica Díaz tuvo varios capítulos.
La defensa de Álvarez y Ayala apelaron la detención de los imputados, esgrimiendo que no había elementos que los involucrara en la muerte de Pércara. En algún momento Ramón Álvarez fue asistido por el Dr. César Pierri, quien elevó un incidente pidiendo una morigeración de la detención de su defendido. Álvarez se encontraba privado de su libertad, internado en un centro asistencial aquejado de una enfermedad crónica, encadenado a su cama, y proclamaba su inocencia. El pedido de prisión domiciliaria fue en primera instancia otorgado, y la Cámara de Apelaciones lo rechazó. El incidente llegó a Casación, que todavía no resolvió el introito un año y medio después del pedido.
Los abogados Miguel Arzagot y Jorge Lima sostienen que sus defendidos han sido incriminados por elementos no probados fehacientemente.
El Dr. Lima sostiene que ni siquiera se encuentra probado “que la muerte de Pércara haya sido por una golpiza”. Se apoya en el informe de la autopsia, que cita como factor del deceso “un cuadro de hipertensión grave, que derivó en la rotura de un aneurisma en el íleo hepático”.
Arzagot trae en el diálogo con EL INFORMANTE la carta documento que presentó un joven, confesando la autoría de la golpiza, en circunstancias que Pércara borracho lo increpó por un caballo del vecino Ferreyra. El joven detalló que “comenzó a insultarme y amenazarme con un cabresto que traía en sus manos, por lo que inmediatamente desmonté, y lo empujé y lo insulté”. En la nota admite que lo golpeó con el rebenque que llevaba y también con patadas y golpes de puños. Un día después del incidente, cuando fueron a detener a Álvarez y Ayala, el confeso salió a defenderlo y fue sometido por los uniformados que cumplían la orden de arresto. Muestras fotográficas dan cuenta de las lastimaduras que tenía en los nudillos, como consecuencia de la pelea del día anterior.
Arzagot precisa que el joven fue dejado en libertad, y que Álvarez “está preso por su pasado”.
En el juicio, estas cuestiones serán sopesadas por el Tribunal compuesto por los magistrados Laura Fernández, Belén Ocáriz y Cristian Ramos, que buscarán la verdad de estos hechos en apasionantes jornadas de debate oral.
Foto 1: Ramón Álvarez padece de una enfermedad crónica, que a veces lo obliga a estar bajo estricto control médico.
Foto 2: Álvarez estuvo encadenado a la cama de la clínica, y su pedido de prisión domiciliaria todavía no se resolvió.
Foto 3: El Dr. Miguel Arzagot sostiene que Álvarez “está preso por su pasado”.