En tiempos de la posmodernidad el culto a la belleza ocupa un lugar primordial en la agenda diaria. En este sentido, la sociedad comienza a pensar la actividad física como un instrumento con fin estético y no de salud.
No existen límites de edad para hacer ejercicios. Son numerosos los casos de personas que a los 60 años y más mantienen un estado físico realmente saludable. Lo esencial, es encontrar el equilibrio entre lo que queremos para nuestro cuerpo y lo que es beneficioso para él.
En diálogo con EL INFORMANTE, la profesora de educación física y guardavidas, Celeste Mattei destacó cuán necesario es crear un hábito a la hora de hacer ejercicios.
“Es muy importante realizar cualquier tipo de actividad, ya que mejora la salud y por ende nuestra calidad de vida, trae muchos beneficios físicos, psíquicos y hasta sociales”, expresó Mattei. Además señaló que “en todas las etapas es muy buena la actividad, pero si se inicia desde la niñez, es mucho mejor, ya que uno de sus beneficios es que abarca todo el período de desarrollo, crecimiento y maduración del individuo”.
Sin embargo, cuando el aspecto físico se convierte en lo más importante al momento de hacer ejercicios, estos pueden dejar de ser positivos para nuestra salud transformándose en una amenaza para la misma. Es necesario, paralelamente a la actividad física, llevar un control adecuado para saber si nuestro cuerpo necesita mayor trabajo o tal vez más reposo.
“El problema está en que la gente no toma conciencia. El pensamiento de la sociedad en general es la actividad física como instrumento con un fin estético y no de salud”, advirtió Celeste. A lo que agregó, “siempre que se quiera empezar con una actividad, es fundamental realizar un control medico previo. Nunca se debe realizar lo mismo que un amigo o un familiar, no todos son iguales, y no todos los organismos se comportan de igual manera frente a la actividad. Cada persona debe conocer sus limitaciones y en base a eso, desarrollar un plan de entrenamiento teniendo en cuenta sus condiciones particulares”.
Por lo tanto, al comenzar una actividad física se debe practicar de manera prudente, “llevando un control diario por alguien que sepa del tema. De lo contrario puede causar problemas posturales y hasta lesiones en el organismo. Muchas veces daños irreversibles”, explicó.
Cabe mencionar que el ritmo de actividades varía dependiendo la edad, sexo y la historia deportiva que tenga la persona. “No es lo mismo una persona de 60 años que quiera empezar a caminar, que un chico de 16 que desee entrenar para un deporte específico. Lo importante para obtener buenos resultados, es realizarla a una intensidad que sea un desafío para nuestro cuerpo, y que esa misma actividad la practiquemos regularmente”, resaltó Celeste Mattei.
Otro de los puntos a tener a en cuenta son las comidas. Celeste afirmó que la actividad física debe ir de la mano de una buena alimentación, sana y saludable. Tiene que ser completa, incluir en la dieta diversos grupos de alimentos, como son la leche, carnes, verduras, frutas, cereales. Además, debe ser equilibrada, y suficiente, con la cantidad de calorías necesarias para desarrollar las actividades.
Foto 2: Prof. Celeste Mattei: “En todas las etapas es muy buena la actividad, pero si se inicia desde la niñez, es mucho mejor”.