En el marco de una campaña intensiva de difusión sobre las ventajas de amamantar a los bebés, la Secretaría de Salud Pública divulgó algunas de las prácticas que se recomiendan a las mamás. Son las mismas que difunde el Grupo de Apoyo de Lactancia Materna, el último lunes de cada mes a las 15:00 en el CEMPRE, Centro de Medicina Preventiva, en Pellegrini 111. El curso es gratuito y se invita a todas las mamás que están amamantando y embarazadas a participar del mismo.
AMAMANTAR SIN HORARIOS
Calmar al bebe inmediatamente con el pecho, sin horarios, al más mínimo signo de inquietud, es correcto. Se dice que las madres usamos el pecho de chupete, pero en realidad…son los chupetes los que se usan de pecho.
AMAMANTAR DURANTE LA NOCHE
Existen muchos mitos y falsas creencias relacionadas con el sueño infantil. Aunque se considere normal amamantar de noche durante los primeros días o semanas, existe la fantasía en la cultura occidental de que desde una edad muy temprana los bebés han de dormir toda la noche de un tirón. La forma más rápida de volver a dormir todos cuando un bebé se despierta llorando por la noche es darle el pecho, cualquier otro modo requiere más tiempo y más esfuerzo.
LACTANCIA PROLONGADA
A pesar de las campañas de OMS y UNICEF, que han repetido hasta la saciedad que el ideal es la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de edad y hasta un mínimo de dos años combinada con otros alimentos. No está socialmente bien visto amamantar más allá del año de edad, incluso unos meses antes las madres empiezan a ser criticadas por dar el pecho a un niño “tan grande”.
Conforme crece el niño crecen los comentarios despectivos. Hasta los dos años nos dicen que estamos enviciando a nuestro hijo, a partir de los dos años nos dicen que las que estamos enviciadas somos nosotras. El tabú de la lactancia prolongada es uno de los más fuertemente arraigados, y a pesar de toda la evidencia científica existente que la apoya, es frecuente encontrar prejuicios personales disfrazados de supuesta ciencia.
LACTANCIA SEGURA
Tener mucha leche no es cuestión de suerte ni de herencia. Poner al bebé a mamar más seguido estimula las glándulas que de este modo producirán más leche.
Al comienzo de la mamada la leche es aguada (como leche descremada), para saciar la sed del bebé, en el medio es como leche entera y al final es un rico postre cremoso, por eso es importante el vaciado completo del primer pecho. La leche materna es muy digerible, por eso los bebés piden más seguido.