El último de los aprehendidos en el marco de la reapertura de la Causa Pereyra Rossi-Cambiaso, el ex cabo de policía Juan Spataro se amparó en su derecho constitucional de no declarar ante el Juez Villafuerte Ruso, en el marco de la investigación de la muerte de los dirigentes políticos. Spataro espera en los calabozos de la Delegación San Nicolás de la Policía Federal se defina su situación procesal.
Spataro está fue imputado en el marco de la investigación de la desaparición y posterior muerte de los de los militantes peronistas Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso, ocurridos el 14 de mayo de 1983 en la ciudad de Rosario, y su posterior muerte en extrañas circunstancias en la provincia de Buenos Aires. El juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, procesó a nueve represores por los secuestros, torturas y asesinatos.
Durante la reapertura del proceso, hace siete años, el Juez Federal 2 de San Nicolás, Dr. Carlos Villafuerte Ruzo sumó en la lista de responsabilidades sobre el hecho al ex segundo jefe del Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario, Luis Américo Muñoz, el ex presidente de facto Reynaldo Bignone, el ex oficial de la Policía bonaerense Luis Patti, el ex titular de aquella unidad militar, Pascual Oscar Guerrieri, y quienes estaban a sus órdenes: Walter Pagano, Ariel Porra, Juan Andrés Cabrera, Carlos Sfulcini y Ariel López. Villafuerte Ruzo dictó la falta de mérito y desvinculó de la investigación al capitán Víctor Hugo Rodríguez y el ex futbolista Edgardo Andrada.
El pasado jueves fue detenido en su domicilio, y puesto a disposición del Juez Federal el ex cabo Juan Spataro, que se encontraba prófugo de la Justicia. El viernes compareció en el Juzgado Federal 2 asistido por el Defensor Oficial, y se negó a declarar. Se dispuso su alojamiento en dependencias de la Delegación San Nicolás de la Policía Federal, con asistencia médica por su delicado estado de salud. Corren a partir de ese momento los plazos procesales para definir su situación.
El Fiscal Subrogante Dr. Juan Patricio Murray insiste desde hace siete años, luego de la declaración del ex represor Eduardo Constanzo, sobre la verdadera historia de lo ocurrido después de la detención ilegal de Pereyra Rossi y Cambiaso en el Bar Magnum, y la falsa hipótesis de un enfrentamiento armado. Para el Ministerio Público Fiscal el 14 de mayo de 1983, aproximadamente a las 10.30 irrumpieron hombres armados en el bar y se llevaron a los dirigentes peronistas. Fueron interrogados bajo torturas, y a las cinco de la tarde sus cuerpos aparecieron fusilados en Lima, provincia de Buenos Aires.
Fabiana Cantilo se presenta en el Teatro San Nicolás