Un acercamiento a los cambios de conceptos sobre la sexualidad y la moral en estos tiempos nos trae este aporte de la Psicoanalista Silvia Conía, del Grupo Freudianas. Se trata de un texto para interpelarnos sobre los dilemas que se nos plantean a diario, y el aporte que nos puede hacer la psicología para superarlos.
Como psicoanalistas, tenemos el “deber ético” de darnos baños de “actualidad”. Cada sujeto es producto de una serie de palabras, que con más precisión llamaremos “significantes”, que lo han antecedido (la herencia) y que lo han penetrado, golpeado, traumatizado. Estos significantes forman, con otros términos, lo que llamamos “discursos”, los cuales van a presentar variables en la época según la cual los consideremos.
El sexo, la sexualidad, no son ajenos a estas diversidades epocales y por lo tanto culturales. Es muy evidente, seguro que cualquier lector de estas palabras alcanza a comprender esto que se puede ver y escuchar todos los días, prefiera como medio de información lecturas de diarios, informativos generales, radio, televisión, cine, etc. Lo que se dice hoy de la sexualidad no tiene parangón con aquello con lo que se encontraba Freud en la época victoriana en la que inventa el Psicoanálisis, absolutamente marcada por la dimensión de “lo oculto”, “de lo que no se hablaba”, de lo prohibido o restringido al terreno de la fantasía o a “alcobas” ilegítimas. Hoy en la época de la globalización de la información, de la democratización del acceso a los conocimientos; la sexualidad, las cuestiones del sexo están a sólo un “click” del control remoto o a sólo veinte caracteres del twitter, o la red social que se elija.
Hasta las leyes comienzan a mutar dado que el lazo social dicta modalidades que no eran contempladas en las mismas y los “vacíos legales” comienzan a ser, cada vez, más amplios, empujan a transformaciones, sólo falta recordar que en este momento se está a pasos de tratar cambios sustanciales en nuestro Código Civil.
Pocos años atrás, la homosexualidad era una “degeneración” (dejemos de lado las consideraciones particulares que cada uno puede tener del tema, es decir puede haber quienes aún la sigan considerando así, este comentario pide al lector ampliar el horizonte considerando la forma en que en la cultura aborda este tema) hoy existen “circuitos gay-friendly”, “turismo gay”, y por supuesto hasta el llamado “casamiento igualitario”. El travesti que antes era únicamente confinado a la marginalidad de la prostitución hoy es estrella de teatros porteños, tapas de revistas o protagonista de tiras televisivas. La “virginidad” como valor de virtuosidad femenina hoy es signo claro de que a esa joven no le va bien con los muchachos y es desvalorizada por sus pares.
Las nociones de fidelidad o de infidelidad está por tomar un cariz sorprendente ya que se está considerando sacarla como causal de divorcio, ya no más un “deber conyugal”.
De todos modos, estas “aperturas” no van sin “cierres” correlativos ya que van generando otros problemas morales, otras maneras de organizar prejuicios y segregaciones. Del lado del psicoanalista, puede quedar tomado por algún prejuicio y por lo tanto esto incidir en cómo escucha y orienta la demanda de quien lo consulta.
Del lado de los analizantes, es decir de esos que como sufrientes, se disponen a trabajar en un Psicoanálisis, ¿la modificación legal del tema de la infidelidad en el lazo conyugal, le aliviará encontrarse con lo que se llaman los “engaños”, o “traiciones” de su pareja?, ¿Qué se hable de sexo más fácilmente, resuelve el apriete que para cualquier ser humano implica su cuestión sexual, su elección amorosa? ¿El acto sexual se verá exento de los síntomas que día tras día escuchamos en nuestro consultorio: la impotencia, la frigidez? Seguramente que quien esté leyendo estas palabras pensará rotundamente que no.
La sexualidad sigue siendo un punto crucial en la relación al síntoma de cada humano en su existencia.
Esto no excluye que los analistas debamos, como decía al principio, estar a la altura de estos cambios en el discurso de la época y de sus incidencias en lo que no deja de insistir que es la incomodidad, las dificultades que encontramos en nuestra existencia, tome la figura que tome el malestar, según las modas con que el goce se viste.
Estos temas serán abordados en el Curso Regular: “LA MORAL SEXUAL DE LA ÉPOCA” que en el marco del “Psicoanálisis del Siglo XXI”, “freudianas”; Institución de Psicoanálisis ha organizado para la Conexión San Nicolás. Estará a cargo de quien firma esta nota y participarán como invitados los psicoanalistas: Gabriel Levy y María del Rosario Ramírez.
Por Silvia Conía
Psicoanalista, Miembro de “freudianas”. Institución de Psicoanálisis.