El Tribunal Criminal 1 encontró culpable del delito de Homicidio Simple al oficial Rubén Solís, imputado de la muerte del remisero Alejandro Rodríguez, ocurrida en el marco de operativo policial en julio de 2009. Por unanimidad los jueces consideraron que no está probado que haya habido un encubrimiento del hecho, por lo que los ocho policías restantes fueron sobreseídos.
El veredicto del Tribunal podría ser impugnado por la Fiscalía que había solicitado la prisión perpetua para el numerario de Narcotráfico.
Según el dictamen, que fue leído en una sala colmada de familiares y amigos de las víctimas y los imputados, quedó acreditado que el Renault 9 que conducía Rodríguez había drogas y armas.
Pero las circunstancias en que se dio el momento del disparo, con las contradicciones de las declaraciones de Solís durante el proceso y la reconstrucción del hecho, fueron determinantes para condenarlo por Homicidio Simple.
La primera en votar fue la Dra. Laura Fernández, que se basó en las evidencias científicas sobre la trayectoria de la bala, el daño que produjo la herida y los testimonios recogidos por testigos del hecho.
Por unanimidad opinaron luego el Dr. Cristian Ramos y la Dra. María Belén Ocáriz.
Sobre el resto de las cuestiones que se ventilaron en el juicio, como la presencia de las armas en el remís, y la ejecución del operativo policial, si bien quedaron acreditados al hecho, no fueron tomadas como fundamentales en el dictamen.
Acerca de las objeciones sobre cómo se gestó el operativo, el Tribunal consideró que no fue irregular, desde el momento en que los jefes policiales estaban al tanto del mismo.
Después de dos horas de lectura del veredicto, la sentencia fue escuchada por los imputados, que llegaron al juicio en libertad y cumpliendo sus funciones. Para el comisario Alejandro Dipierro, y sus subalternos Luis Gustavo Quiroz; Juan Marcelo Castro; Oscar Abel Panizza; Marcelo Alejandro Sassano y Enrique Alberto Traverso Eizenack, todos de la División de Drogas Ilícitas, se dictó el sobreseimiento. La misma medida alcanzó a los efectivos de la Policía de Seguridad, Miguel Ángel Guaimas y Rolando Rubén Pereyra.
El oficial Rubén Solís quedó detenido y fue retirado de la sala de audiencias con destino a una dependencia policial para cumplir su condena de 12 años.
Foto: Rubén Solís con su abogado defensor en la reconstrucción del hecho.