Boicot al tomate, esa es la consigna lanzada esta semana por el Centro de Educación al Consumidor, de Buenos Aires, campaña a la que adhieren muchas asociaciones civiles del interior. "Pedimos al consumidor que no compre, que no pague especulación y que cuide su bolsillo. Hagamos sentir el peso de los consumidores a la hora de comprar", planteó Susana Andrada, representante de la entidad que lanzó la consigna.
"El gobierno tiene que analizar y transparentar la cadena de valor, no es posible que un producto como un kilo de tomate cueste entre 10 y 18 pesos, hay un 80 por ciento de diferencia entre un peso y otro", planteó. Lo que, para ella, evidencia que "hay un foco de especulación dentro de la cadena de valor , alguien que trata de vender este producto a otro precio".
El pedido es concreto: "Que gobierno garantice precio de 3,99 para el kilo de tomate, que es el precio que figura oficialmente en el INDEC". Según Andrada, al hacer un análisis del mercado "no se puede definir el kilo del tomate.
En medio de la especulación no se sabe, se perdió el valor del producto. Si hay un precio oficial del gobierno, que ese precio se respete". Y reclamó "que se tomen mecanismos como Estado para que ese producto se consiga a lo que dicen que se vende".