En las instalaciones del Palacio Legislativo, se dio continuidad al primer juicio oral por Delitos de Lesa Humanidad ocurridos en San Nicolás, que inició el pasado 2 de julio en la ciudad de Rosario.
En esta jornada, declaró la querella involucrada en el “caso Alvira”, que incluye la desaparición de ocho militantes de la Juventud Peronista.
Si bien el proceso judicial se desarrolla en el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario integrado por los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe, varias audiencias testimoniales tendrán lugar en la ciudad donde acontecieron los hechos en la década del ´70.
Es así, que este martes en el edificio de Sarmiento y Lavalle, se ventiló la causa vinculada con la desaparición de los militantes peronistas María Regina Spotti, María Rosa Baronio, Eduardo Luís Reale, Horacio Arístides Martínez, María Cristina Alvira, Raquel Rosa Alvira, Víctor Gustavo Almada y Martín Adrián Almada, entre abril y mayo de 1977 en los barrios Trípoli, Don Bosco y Santa Rosa de San Nicolás.
Hay tres imputados: Manuel Fernando Saint Amant (Defensor Hernán Guillermo Vidal), Carlos Diego Ricardes (extingue acción penal por fallecimiento) y Presbítero Miguel Ángel Regueiro (extingue acción penal por fallecimiento).
El ex coronel Saint Amant estuvo presenciando las audiencias.
Adriana Alvira, hermana de María Cristina y Raquel Rosa secuestradas en su domicilio en mayo de 1977, expresó que “es un momento muy esperado por nosotros”, ya que desde el primer momento de la desaparición “nunca se descanso de la búsqueda, de encontrarlos a ellos y después, cuando no había mas que esperar, seguimos en la búsqueda de justicia”. “Solamente queremos que se haga justicia, yo no quiero que su familia sufra lo que sufrimos nosotros, simplemente que se haga justicia y se lo condene como corresponde, en una cárcel común”, afirmó.
Adriana Alvira es querellante en la causa junto a su sobrino Fernando, hijo de María Cristina y Horacio Arístides.
Fernando, antes de que se de inicio a las audiencias, señaló que “la sensación que tengo es que estoy a un paso de hacer algo importante, muy importante, y es mostrar que la justicia funciona y que lo que nosotros estamos pidiendo es justicia”.
Otros querellantes en la causa son Víctor Almada (esposo Regina Spotti); Beatriz Liliana Cecilia Baronio (hermana de María Rosa) y también declaró la Secretaría de Derechos Humanos Provincia de Buenos Aires en la persona de Sara Cobacho.
En aquel 1977
El 21 de abril de 1977 fue secuestrada de su casa María Regina Spotti junto a sus hijos Víctor y Martín, por un grupo de personas de civil que se desplazaban en un Ford Falcon y un Torino. La mujer fue llevada al centro clandestino de detención (CCD) de la Brigada de Investigaciones de San Nicolás. Luego Saint Amant restituyó los nenes a sus abuelos.
El 4 de mayo de 1977 fue secuestrada en la calle María Rosa Baronio y en su domicilio su esposo Eduardo Reale. Ambos fueron vistos en un CCD del barrio Somisa y luego Reale en otro cerca de la fábrica Proto.
Horacio Martínez, su esposa María Cristina Alvira y la hermana Raquel Alvira fueron secuestrados en su domicilio el 5 de mayo de 1977 por un grupo de ente 10 y 15 personas integrado por policía de Santa Fe y el Batallón de Ingenieros, con un patrullero, un camión del Ejército y dos autos particulares, y llevados al CCD del barrio Somisa. En la casa estaba Fernando, el bebé de Martínez y Alvira, de nueve meses, que Saint Amant dejó al cuidado de un vecino, luego fue llevado a un orfelinato y finalmente devuelto a sus abuelos.