Con actos de diversa índole se recordaron en Buenos Aires a las 194 víctimas que dejó la tragedia del boliche donde tocaba Callejeros hace tres años atrás. Mientras se sigue el paso de la Justicia, que ya encontró en las causas paralelas a responsables de cobrar coimas para habilitar boliches, las manifestaciones fueron pacíficas y con un hondo contenido espiritual. Después de aquel suceso hubo una serie de medidas que se adoptaron en todo el país, tendiente a que no se repitieran catástrofes por en lugares cerrados donde se iba a bailar a o escuchar música. En ese tenor los controles se hicieron más exigentes, aunque el tiempo ha demostrado que se han ido haciendo laxos, por ejemplo para las fiestas de fin de año, cuando se excedieron las capacidades de dos boliches de nuestro medio. Se estima que para este 1 de enero se repetirán las cantidades de personas de todas las edades que abarrotarán los boliches, sin control alguno.
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