Debido a la cantidad de muertes anuales que se registran en el país, ascendiendo a mas de 200 defunciones, el Ministerio de Salud de la Nación y la Red Argentina de Toxicología advierte a la población que el monóxido de carbono es un gas venenoso, sin color ni olor, por lo que se lo conoce como “el asesino invisible”.
Se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, carbón mineral, gas natural, gas de garrafa, querosén, alcohol, gas oil, nafta.
La cantidad y proporción de Monóxido de Carbono en el ambiente aumentan y pueden alcanzar niveles perjudiciales para la salud, si hay poco oxígeno disponible. Por eso es fundamental la ventilación permanente de los ambientes.
Como precaución, siempre deje ligeramente abierta una ventana o puerta, aunque crea que el artefacto funciona bien o sea nuevo, ya que siempre existe la posibilidad de generarse este gas venenoso.
También es importante controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los artefactos para prevenir las intoxicaciones. Especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
Haga revisar anualmente por personal habilitado los artefactos a gas que están instalados en el hogar y verifique que las chimeneas o conductos de evacuación de gases no estén tapados o desconectados.
En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente se deben instalar artefactos de tiro balanceado.
El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
Observe la presencia constante de la LLAMA AZUL. La llama amarilla, es signo de mala combustión
Si usa brasero o estufa a querosén para calefaccionar un ambiente, apáguelo antes de acostarse.
Las hornallas de la cocina y los hornos (a gas o leña) están preparados para cocinar alimentos y no para calefaccionar su hogar. Son peligrosos si se usan con ese fin.
Consulte a un gasista matriculado ante cualquier desperfecto y para realizar el control anual de los artefactos.
No encienda motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garages.
No mantenga el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado.
Si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre las puertas.
Si usa brasero o estufa a querosén para calefaccionar un ambiente, sáquelo y apáguelo antes de acostarse.
Si algún accidente ocurre, probablemente no se dará cuenta. Por eso ante la aparición de algún síntoma (dolor de cabeza, náuseas o vómitos) no pierda el tiempo pensando que es “algo que comió y que le cayó mal”. Apague la fuente calórica que tenga prendida, ventile el ambiente y consulte inmediatamente al médico.
Si sospecha que está sufriendo una intoxicación por Monóxido de Carbono, salga a tomar aire fresco inmediatamente, abra ventanas y puertas, apague los artefactos de gas y llame al servicio de emergencia. NO PERMANEZCA EN SU DOMICILIO. La atención médica debe ser inmediata.
Consulte al médico si presenta dolores de cabeza y mareos, acompañado de cansancio y náuseas, con o sin vómitos, síntomas que deben hacerlo pensar en intoxicación por monóxido de carbono. Infórmele al personal médico sobre su sospecha de estar sufriendo intoxicación por Monóxido de carbono. Es frecuente que el cuadro se confunda con una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, o un problema neurológico o cardíaco de otro origen.
Si sufrió una intoxicación con Monóxido de Carbono, antes de regresar a su domicilio, asegúrese de realizar la verificación de las instalaciones por un gasista matriculado para identificar y corregir los desperfectos de la fuente productora de su intoxicación.