Meningitis

Fuentes sanitarias descartaron la presencia de meningitis en nuestro medio. Desde la cartera sanitaria local y provincial indicaron que no se denunciaron pacientes con esta enfermedad. Más información en la edición papel de EL INFORMANTE.
La meningitis es la inflamación de las meninges. Las meninges son unas membranas que cubren el sistema nervioso central, es decir el cerebro y la médula espinal. Las meninges están bañadas en el líquido céfalo-raquídeo y protegen el cerebro
La inflamación de las meninges está causada por una infección. Los gérmenes responsables de las infecciones que pueden ocasionar meningitis, salvo muy raras excepciones, son virus o bacterias.
Las meningitis causadas por virus (meningitis virales) son las meningitis más frecuentes de la infancia.
Las meningitis causadas por bacterias son menos frecuentes.
La meningitis bacteriana es una enfermedad extremadamente grave, de ahí los esfuerzos médicos que intentan erradicarla por medio de vacunas incluidas en el calendario obligatorio.

Los síntomas
La presentación de la meningitis es diferente en función de que se trate de una meningitis viral o bacteriana, y también en función de la edad del niño. Hay que recordar, de todas maneras, que, en su fase inicial, en las horas, una meningitis es indistinguible de una infección viral sin importancia.
Un niño que pueda hablar, con una meningitis viral suele referir dolor de cabeza intenso y presentar vómitos y fiebre. Si es un niño pequeño, la cefalea es sustituida por una sensación de irritabilidad, manifestada por un llanto continuo.
En estas primeras horas puede ser indistinguible de un proceso gripal. En pocas horas, el estado del niño empeora de manera llamativa. Decaimiento, tendencia al sueño, además de persistir los síntomas iniciales. En ocasiones, aparecen manchas en la piel
Un niño pequeño con una meningitis bacteriana presenta, en las primeras horas síntomas que similares a los que provocan otros procesos infecciosos sin importancia: fiebre, vómitos e irritabilidad. En pocas horas, comienza a predominar el decaimiento y el niño comienza a presentar mal aspecto, apareciendo, en ocasiones, manchas en la piel.
Más información en la edición papel de EL INFORMANTE.

Volver