Se hizo más aguda la carencia de combustibles líquidos en las estaciones de servicio de la ciudad. En progresivo aumento fueron colgándose las mangueras en los surtidores de todas las petroleras. En algunos casos se colocaron carteles que rezaban “Estamos con el campo”.
Los propietarios de las estaciones de servicio especulaban que el lunes, sin piquetes en las rutas, se podrían reaprovisionar.