El hallazgo de un cuerpo en el pozo de una tapera en Campos Salles marca el final de la etapa investigativa y comienzo de un proceso que se presenta apasionante.
Cuando se confirme que se trata de Gonzalo Adrián Díaz, se deberá comprobar el móvil de un homicidio.
En ese menester se encuentran trabajando en conjunto la Dra. Franca Padulo y los investigadores de la DDI.
Para llegar hasta el cuerpo hubo una tarea que reunió muchos actores para ir haciendo la urdiembre que terminó con tres aprehendidos y el hallazgo del cuerpo del delito.
Meses atrás desapareció misteriosamente Gonzalo Adrián Díaz, de 39 años de edad.
De inmediato se inició la búsqueda como un pedido de paradero.
Las testimoniales recogidas en el entorno cercano de Díaz fueron dando incertidumbre entre la policía y la Justicia.
Una serie de elementos inconsistentes despertaron las sospechas y la profundización de esas pistas las líneas que desembocaban en un delito.
Los procedimientos de rutina fueron acercándose más a los gabinetes científicos para obtener resultados.
Así fue que con la asistencia de perros amaestrados se pudo encontrar el hilo para desentrañar el ovillo.
En uno de los domicilios de los sospechosos de la desaparición de Díaz se encontraron elementos para vincularlos.
A partir de la conexión de esas piezas se concentró la búsqueda en zona rural de Campos Salles, que resultó infructuosa en un primero momento.
Pero apelando nuevamente al instinto de los animales se volvió al lugar para profundizar la búsqueda.
En el ínterin las condiciones del tiempo demoraron una de las más importantes diligencias.
Las lluvias anegaron campos y bloquearon caminos.
Las condiciones no estaban dadas para el allanamiento definitivo.
Cuando se pudo acceder al terreno se realizó el procedimiento. Comenzó a las 8:00 de este martes 25 de febrero.
Estuvieron presentes personal de la DDI, efectivos de Policía de Seguridad, peritos de Científica, Bomberos, y los protagonistas principales, los perros adiestrados.
Efectivos de bomberos de Alcorta y Villa Constitución sumaron su experiencia en este tipo de casos.
Un pequeño can fue el que encaminó a los pesquisas hasta el brocal donde ya habían en alguna oportunidad buscado. En esta ocasión con más certeza por la seguridad que brindaba el animal sobre los desechos que estaban en el fondo.
Allí empezaron a trabajar bomberos.
A las 11:00 aproximadamente comenzó el izado de los restos de basura que había a unos diez metros de profundidad, y cubrían el fondo del pozo que tenía una considerable cantidad de agua.
Las tareas de remoción de ramas, basura varia y otras inmundicias demandaron varias horas.
Se utilizaron sogas y escaleras para poder llegar al fondo y no intervenir demasiado en el escenario del crimen.
En otro escenario la policía llevaba adelante tres allanamientos que resultaron positivos. Detuvieron a la pareja y denunciante de la desaparición de Díaz, a un hermano de ésta, y otro hombre que estaría vinculado sentimentalmente con ella. De ese triángulo saldría la verdad sobre lo sucedido.
Aproximadamente a las 17:00 se halló el primer vestigio de humanidad y desde ese momento fue más minuciosa la tarea.
Además de bomberos, peritos de Policía Científica comenzaron a tomar rastros y cotejar muestras.
Dos horas después se retiraban los restos humanos, presuntamente de un hombre, que desde hacía un tiempo impreciso se encontraba en el fondo del pozo. Las condiciones ambientales que soportó el cadáver requieren de mayor esfuerzo para poder fechar el deceso y mucho más la causal de la muerte.
Lo que no podrá confesar será las razones que llevaron a su muerte y las responsabilidades del los tres cómplices aprehendidos.