La Subsecretaría de Desarrollo Urbano, y la Policía de Seguridad realizaron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado tareas de control de tránsito vehicular y de prevención del delito urbano en distintos puntos de la ciudad.
El objetivo propuesto fue neutralizar focos de violencia ciudadana y problemas de nocturnidad en sitios donde se constatan hechos y situaciones de descontrol.
Es por ello que se montaron una serie de operativos alternados de los que participaron 20 efectivos del personal municipal y de la Policía, que tuvieron que desplazarse entre la Terminal de Ómnibus y la Costanera Vieja, además de realizar procedimientos en sectores del casco céntrico. Las actividades de contralor comenzaron en la zona de Nación y Savio alrededor de las 19:00 y se extendieron hasta las 4:00 horas del día sábado, en calle Lavalle y Avda. Costanera.
En las primeras horas la Policía efectuó tareas de prevención en horario de cierre de comercios, mientras que inspectores municipales realizaban controles de vehículos y secuestros de motos inhabilitadas para circular, a partir de la falta de casco de los conductores y de la no posesión de la documentación que exige la Ley.
Ya cerca de la medianoche el grupo se instaló en distintos sectores de la Costanera promoviendo el inmediato desalojo de motos, que alteraban el orden provocando ruidos molestos. Algunos de ellos intentaban escapar de la policía tomando arterias en contramano.
Finalmente los procedimientos se trasladaron hacia la Terminal alrededor de la 1:00 donde instaló un operativo a lo largo de dos cuadras por la Avda. Morteo, y calles aledañas, procediéndose a realizar controles de los vehículos que se desplazaban por el sector, momentos en que desde las terrazas del edificio de Pellegrini 731, personas que no pudieron ser identificadas, arrojaban huevos a los funcionarios municipales y a los policías que en ese espacio cumplían con su deber.
Por otra parte mientras que un grupo de efectivos policiales se ocupaban de realizar una inspección en el monte de la estación de trenes, a partir de denuncias por el accionar de algunos malvivientes; que ante la presencia de esa fuerza huyeron por distintos rumbos.
Otro grupo con inspectores de transporte se encargó de realizar controles en las dársenas de la Terminal, en el hall central y en los pasillos, donde un nutrido grupo de jóvenes realizaban lo que han dado en llamar “la previa”. Ante la presencia policial abandonaron esos espacios hacia otros lugares del edificio, dejando vasos y botellas abandonadas, dado que en su gran mayoría los jóvenes serían menores de edad.
En circunstancias en que los jóvenes hacían colas en las dársenas para acceder a los micros que los trasladarían a localidades de la vecina Provincia de Santa Fe, el Subsecretario de Desarrollo Urbano dispuso no dejar salir de la Terminal a ningún micro que permitiese el ascenso de pasajeros en mayor número que el de los asientos disponibles.
La jornada concluyó pasadas la hora 4:00 del sábado con el secuestro de una veintena de motos, infracciones por distintas transgresiones a la ley por parte de los automovilistas, destacándose que varias fueron porque producían ruidos molestos a partir del volumen que imprimían a los equipos de audios de sus automotores
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