El 25 de enero se cumple el cuarto aniversario aniversario del fallecimiento del dirigente social Félix Moreyra.
La CTA y el Partido Comunista le rendirán un homenaje en el cementerio local a las 9:00.
Se invita a todos los compañeros, amigos, familiares, dirigentes sociales, gremiales, políticos, a amigos, afiliados y simpatizantes del Partido Comunista y a todos los que conocieron a Félix, su lucha y su trayectoria de hombre honesto, íntegro y consecuente.
Llegó desde Villa Guillermina, marcado por las luchas de la Forestal, vivió en Villa Pulmón, donde muchos trabajadores tuvieron su vivienda transitoria, trabajó de albañil y aprendió a leer y escribir en la escuelita del Partido.
Fue miembro de la Comisión Vecinal de la Villa con el cura Gali, después entró a Agua y Energía, donde fue fundador del sindicato de Luz y Fuerza siendo delegado y varias veces miembro de su comisión directiva.
En el 76 salvó su vida gracias a sus compañeros de trabajo y pasó a la clandestinidad aunque no pudo evitar que toda su familia fuera presa.
En el 83 lo reincorporaron a su trabajo gracias a la lucha de sus compañeros.
Varia veces presidente de la comisión vecinal de su barrio, Santa Clara, luchador incansable de las reivindicaciones de sus compañeros y vecinos, despedido durante la privatización de AAyEE, fundador e impulsor de multisectoriales y movimientos de unidad, fundador del Centro de Jubilados Auto convocados y eterno secretario del Partido Comunista, hasta su muerte fue un constructor de la unidad.
Dicen que los que luchan un poco por las reivindicaciones de todos son buenos, que los que luchan mucho son muy buenos, pero los que luchan toda la vida son los imprescindibles, y cuesta mucho llenar el vacío que dejan cuando ya no están. Así vivió y murió Félix Moreyra, fue un imprescindible
El Partido Comunista de San Nicolás en un comunicado se refirió a él con elocuentes conceptos.
Fidel preguntaba cómo sería el hombre nuevo del que Che había hablado, los pioneros de la revolución gritaron como Che, nosotros hubiésemos dicho igual, y Fidel nos dijo que el hombre nuevo era un ser transparente, sin una mácula que manchara su conducta revolucionaria, que el hombre nuevo no era de tiempos futuros, tampoco de tiempos pasados ni de tiempos presentes, que eran hombres de todos los tiempos porque trascendían su propio tiempo y se proyectaba en las historia de la humanidad.
Hoy cuando pensamos en el hombre nuevo, pensamos en Che, pero también pensamos en Fidel, en Agustín Tosco, en Antoni Alac, en Toto Zimerman, en Raúl Vacs, en Carlos Sosa y por supuesto en nuestro querido y eterno secretario, don Félix Moreyra.
27 de marzo: Día Mundial del Teatro