Una llamada anónima alertó sobre un artefacto explosivo, y desplegó las acciones habituales en estos casos. Bomberos y personal policial recorrieron las instalaciones, mientras se ordenaba a los alumnos en la vereda del edificio de Maipú y Falcón. Una vez desestimada la amenaza, las actividades se reiniciaron con normalidad. Autoridades del establecimiento repudiaron el acto intimidatorio.