Apenas media hora de actividad física diaria puede hacer la diferencia entre tener buena salud o padecer enfermedades crónicas facilitadas por el sedentarismo, como obesidad y diabetes, indicó el Ministerio de Salud, en vísperas del Día Mundial de la Actividad Física, el próximo 6.
"Los cambios en el entorno físico y social producto de la aparición de nuevas tecnologías y de cambios en los patrones de consumo, modificó nuestros hábitos, la forma de movilizarnos, de trabajar y de recrearnos", lo que redundó en mayor sedentarismo y obesidad, afirmó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles.
A partir del análisis comparativo de las Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo (ENFR) en 2005, 2009 y 2013, en Argentina se observa el incremento del exceso de peso en la población, de un 49, al 53 y 58 por ciento respectivamente.
Respecto al consumo de frutas y verduras, la última medición reportó que en el país se consumen dos porciones al día por persona, cuando la recomendación son 5 raciones diarias.
Después del tabaco, los estilos de vida sedentarios, en todas las etapas de la vida, constituye el segundo factor de riesgo de una mala salud y una de las diez primeras causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad.
En Argentina, la mitad de la población adulta del país realiza regularmente actividad física, que produce cambios corporales de tipo muscular, circulatorio, celular y metabólico.
"La realización periódica de actividad física, al menos 30 minutos diarios en el caso de los adultos y 60 minutos en los chicos, constituye un hábito protector de la salud", afirmó el Ministerio.
La obesidad, la diabetes, ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, entre otras, están relacionadas a la baja o nula realización de actividad física.
Para sumar minutos de actividad física a la rutina diaria pueden realizarse ejercicios de elongación a la mañana, caminar al realizar trámites o hacer compras de rutina y pasear a las mascota, y en los intervalos de la jornada laboral, cambiar de posición y caminar.
El sedentarismo también afecta a los chicos, lo cual fue verificado por la Encuesta Mundial de Salud Escolar, con una tendencia en aumento del sobrepeso, que pasó de un 24,5 por ciento en 2007, a 28,6 por ciento en 2012; en tanto la obesidad creció del 4 al 6 por ciento en igual período.
"A través de juegos, deportes y actividades recreativas, los más chicos pueden sumar minutos diarios de actividad física que complementen las que realizan en el ámbito escolar", planteó Oscar Incarbone, coordinador de Lucha Contra el Sedentarismo.