Salud
20/06/2015 - 17:35:24



Buena alimentación en invierno


En otoño e invierno disponemos de alimentos de temporada calóricos, como legumbres, patatas y boniatos que nos sirven para ir acumulando reservas de energía. En estas fechas, las temperaturas bajan y nuestro organismo necesita más calorías para mantener el calor corporal.

Los alimentos de temporada son interesantes desde una triple perspectiva: nutricional, económica y ecológica. La cantidad de nutrientes de un alimento (vitaminas y sales minerales entre otros) depende, entre otros factores, de la riqueza de los suelos en que se cultivan y del grado de manipulación a que se somete al producto.

Parece lógico que las hortalizas consigan su desarrollo óptimo y ofrezcan su mejor aporte nutricional en las condiciones climáticas que más favorezcan su crecimiento, las que marca su calendario natural.

La mayoría de las verduras y frutas de clima cálido se caracterizan porque su parte comestible es el fruto: calabaza, calabacín, pimiento, tomate, melón, sandía, pepino. Y las de clima templado o frío, propias de esta temporada, ofrecen como parte comestible las hojas, bulbos o raíces: acelga, espinacas, puerros, col, coliflor ajo, cebolla, rábano.

El alimento de temporada es casi siempre el que más conviene a los consumidores: normalmente más económico, su calidad organoléptica, según aseguran los especialistas en gastronomía, es también mejor. Además, consumiendo productos de temporada contribuimos a respetar el ciclo natural de producción, lo que conlleva una positiva repercusión en el medio ambiente.

Acelgas y espinacas, alcachofas, calabaza, col (berza o repollo), coliflor o pella, coles de Bruselas, champiñones, guisantes y habas, judías verdes, puerros, cardo, remolacha, rábano, lechuga de hoja de roble, berros son verduras de invierno. Durante estos meses, pocas personas se librarán de dolencias respiratorias, como un resfriado o una bronquitis.

La tos es el síntoma más común de las tan frecuentes como indeseadas enfermedades del aparato respiratorio. Hemos de aprovechar que tenemos a nuestra disposición vegetales de temporada con propiedades muy útiles ante estas afecciones tan molestas.

Por ejemplo, las hortalizas aliáceas (cebolla, ajo, puerro) tienen propiedades mucolíticas y antisépticas: ablandan la mucosidad, favorecen la expulsión de moco y actúan contra los gérmenes (bacterias o virus) causantes o agravantes de la afección. La inhalación de la esencia que desprende una cebolla o cualquier otra hortaliza aliácea ayuda a eliminar la mucosidad e incluso puede aliviar la tos.

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