De alto potencial contaminante, estas unidades electroquímicas exigen cuidados. Precauciones y consejos para su descarte.
La energía compactada en una pila permite escuchar música, operar a distancia equipos electrónicos y mantener en funcionamiento otros aparatos como cámaras fotográficas y teléfonos celulares. Cuando esa energía se extingue, tiramos la pila a la basura.
Ese acto en apariencia inofensivo representa un serio problema, pues las pilas contienen sustancias de elevada toxicidad que amenazan nuestra salud. Por ello, es importante que usted tenga esta información acerca de las pilas y elija las alternativas que hoy existen para frenar este problema.
Una pila es una pequeña unidad electroquímica, contenida en una caja cuadrada o cilíndrica con dos terminales que representan los polos positivo y negativo. Sus componentes químicos se transforman en energía, y ésta hace funcionar a los aparatos.
Las pilas comunes están compuestas por materiales pesados, mercurio, cadmio. Y si, cuando se acaba el período útil, las arrojamos al tacho de desperdicios, seguramente terminarán en un basural.
La lluvia lava los restos de las pilas y arrastra el mercurio, que se abre paso a través de la tierra hasta que encuentra la napa subterránea de agua y la contamina.
Como el agua de la napa está siempre en movimiento, termina volcándose en los ríos y así llega al mar. Actualmente, buena parte de los mares del planeta están contaminados.
A la vez, el agua contaminada se fija en la carne de los peces y enferma al hombre cuando la consume. Pero, curiosamente, el mercurio no afecta a los peces. No es el único problema.
Existen estudios que muestran que 35 por ciento de la contaminación por mercurio es ocasionada por las baterías que se incineran con la basura doméstica.
Para tener una dimensión del problema de contaminación, basta mencionar que una sola pila botón, como las que utilizan los relojes, puede contaminar 6,5 millones de litros de agua, la misma cantidad que tiene la pileta olímpica.
Se estima que, en la Argentina, se consume un promedio de 10 pilas por persona por año. Cuando se agotan, en general finalizan en la basura común, aunque lo ideal sería la recogida selectiva de las pilas usadas en contenedores específicos y su tratamiento adecuado, constituyendo la solución más lógica y más respetuosa con el ambiente.
El ENTRE, Empresa Nicoleña de Tratamiento de Residuos, mantiene su campaña de recolección de pilas.
Después de iniciar una serie de charlas de concienciación e información se entregaron más de 130 contendores para depositar las pilas peligrosas.
La entrega de los contendedores de las pilas, que alcanza a escuelas públicas y privadas de nuestro medio, fue acompañada de charlas y entrega de folletería, para que sean los niños multiplicadores sobre el correcto manejo de las pilas.
Como complemento en el Programa SN Recicla, junto con la Municipalidad de San Nicolás, se realizan las campañas de Recolección de Residuos Electrónicos y Eléctricos, RAEE, donde también se reciben baterías.
Más información en www.entresrl.com.ar