Particulares elevaron la acción contra la presidenta por sus dichos ante los periodistas en Santa Cruz al hablar en favor de su candidato.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner elogió esta domingo a su candidato Daniel Scioli en una clara violación de la veda electoral, lo que le valió una denuncia ante la Justicia electoral.
El fiscal electoral Jorge Di Lello recibió hasta este mediodía tres denuncias contra la primera mandataria y una contra el candidato oficialista, Daniel Scioli, por violación de la veda electoral.
Las denuncias fueron realizadas "por particulares" y se basaron sobre las declaraciones que ambos efectuaron después de emitir sus respectivos sufragios. Una de las denuncias, remitida a la fiscalía vía web, involucra conjuntamente a Scioli y Fernández de Kirchner, en tanto que las otras dos, una telefónica y otra por internet, sólo apuntan a la jefa del Estado.
Cristina pidió esta mañana al electorado "que recuerde dónde estaban y cómo estaban en 2003", cuando se inició la gestión kirchnerista y consideró que dejaba un "país en paz, sin enfrentamientos". "Sería muy fuerte volver atrás con los logros y las conquistas del pueblo argentino", advirtió luego de votar en el ballottage donde se elige a su sucesor presidencial.
La mandataria pidió "mirar el pasado para que no vuelva a pasar" y afirmó que en 2001 "la gente veía a alguien con corbata en la calle, creía que era un empresario o un político y le pegaban". "No hay país que pueda tener futuro si no sabe lo que le pasó", evaluó la presidenta.
La fiscalía de Di Lello recibió, además, 30 denuncias por internet sobre diversas irregularidades (faltan de boletas, de autoridades, cuartos oscuros inadecuados, mala señalización), en tanto que otras diez fueron recibidas vía telefónica.
La jueza electoral María Servini de Cubría no había recibido, hasta el mediodía, ninguna notificación sobre esas denuncias. La jueza, como lo hace habitualmente, salió esta mañana a recorrer escuelas del distrito porteño y reportó a sus colegas de la Junta Nacional Electoral un clima de "absoluta normalidad".