Política
09/09/2008 - 00:02:11



Los problemas “tapados” de la Argentina


Después de cuatro meses de extrema conflictividad, el tema del campo, aún cuando ha reducido la intensidad de las protestas y reclamos, sigue sin resolver.
Pero este conflicto que en su momento parecía que era el único tema a resolver por el Gobierno, se apartó de la escena principal y a raíz de ello comenzaron a emerger otras situaciones que se encontraban en segundo plano e imperceptibles para la mayoría de los argentinos.

En la actualidad el problema del sector agropecuario coexiste con la inflación que no se detiene, con el escandaloso caso de los narcos mexicanos, el triple crimen de Gral. Rodriguez, los sospechosos aportes a la campaña presidencial, el descontrol de la efedrina, los vínculos del poder con el narcotráfico, la inoperancia de los funcionarios competentes en el tema, a lo que también se suma el tema de Aerolíneas Argentinas con aristas poco claras que ponen en dudas la actuación del gobierno tanto en el pasado como hacia el futuro, los avatares de los mercados financieros que siguen respondiendo negativamente a pesar de anuncios cosméticos que pretendían revertir esta situación preocupante, el riesgo país que sigue in crescendo, la soja que baja, y podríamos seguir enunciando numerosas circunstancias que están afectando seriamente “el modelo” (aumentos de tarifas y combustibles, el juicio de Antonini Wilson, la situación fiscal de la provincia de Buenos Aires, conflictos docentes, tirantez entre Moyano y el Gobierno, movilidad previsional, etc.); pero para cerrar, al menos por ahora, queda el broche de oro de esta debacle, que lo puso el conflicto con el Ferrocarril Sarmiento, que concluyó con el incendio de dos formaciones y cuya solución parece postergada por el ambicioso proyecto del Tren Bala.

Si bien el estado actual de situación es bastante serio por su gravedad, lo que realmente debe preocuparnos es el modo en que el Gobierno Nacional responde ante el mismo, sosteniendo su actitud evasiva y negatoria, con medidas que en su estética pretenden exhibir un cambio, que en realidad no existe en la dimensión que se requiere, con una caprichosa insistencia en prácticas y personajes incompatibles con las soluciones y métodos ampliamente reprobados por la sociedad.

Ante este escenario, sostenemos que debe primar la calma y un apego profundo a la institucionalidad; la violencia y la protesta agresiva en nada contribuyen, por el contrario sólo agravan el caos y lesionan la convivencia democrática.

No debemos concebir otras herramientas que las que la propia Constitución Nacional nos confiere para corregir los errores y reencauzar el rumbo errático del gobierno, y estamos a un año de una oportunidad democrática de reparar estos desvíos que es la próxima elección legislativa del año 2009, incorporando en los distintos ámbitos, representantes que ejerzan una contención racional y constructiva del poder hegemónico y la prepotencia.

Necesitamos para los próximos comicios un ejercicio analítico en profundidad, que se traduzca en un sufragio pensado y a conciencia de cada uno de los argentinos como la solución más apropiada para los escollos que debe sortear el País.

Pablo Del Litto

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