En el hidrómetro local marcaba en la mañana del domingo 3,97m la altura del río, aproximándose a los 4,20 de la etapa de alerta que se estima llegará en una semana. Las consecuencias de lluvias en la cuenca superior fueron alertadas en un comunicado.
Un escenario de lluvias en la alta cuenca que alimenta la Cuenca del Plata complicará la situación de los ríos Paraná y Uruguay en los próximos días, según advirtió un nuevo alerta hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA).
La persistencia de condiciones propicias para lluvias y tormentas localmente intensas. Para el sábado en el área de cobertura comprende la mitad norte del Litoral argentino, toda la república del Paraguay y los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina y norte de Río Grande do Sul.
Para los siguientes días el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) marca la continuidad de estas condiciones, con la probabilidad de nuevas lluvias sobre las regiones de rápida respuesta.
En este punto, se advirtió respecto a la posibilidad de una nueva complicación de la situación regional y el escenario de las inundaciones.
Se destaca la persistencia de lluvias en los principales afluentes al tramo argentino. Con la información disponible al momento no es posible mayor definición de pronósticos de picos y de permanencia sobre alturas umbrales de riesgo, ya que el pronostico meteorológico a corto plazo y la tendencia climática a
mediano plazo continua dando lluvias muy por encima de lo normal, con gran incertidumbre en la ubicación espacial de los eventos intensos.
La mayor atención está puesta en la cuenca media del río Uruguay y la cuenca del río Iguazú.
El río Paraná seguirá creciendo durante los próximos días, con alturas superiores a las que se preveían para la zona de Ituzaingó. "Los embalses de la porción inferior de la cuenca de aporte a Yacyretá continúan prácticamente llenos, producto del contexto climático que se viene produciendo desde hace algunos meses" y se señaló además que "las posibilidades de amortiguamiento de caudales desde dichos embalses son prácticamente inexistentes", se indicó.
El sostenimiento de caudales altos entrantes al tramo mantendrá los niveles muy por encima de los de evacuación. Todo el valle del Paraná está afectado por la crecida, situación que no cambiaría en el resto del verano.
El pronóstico indica que el Paraná crecería todavía unos 30 cm en una semana, y para finales de enero alcanzaría los 4,65 m.