El fin de semana largo fue motivo nuevamente de un escenario muy deprimente para los visitantes y vecinos de la ciudad.
Sin recolección de residuos las veredas estaban ocupadas de bolsas de basura, sobre todo en los lugares públicos.
No es la primera vez que los feriados y asuetos obligan a una pausa en la recolección de residuos.
Con debida anticipación son informadas para que se tomen las previsiones del caso.
Ellas son: sacarlas el último día antes que se produzca el cambio, y almacenarlas adecuadamente para que no sea un estorbo hasta que el recolector vuelva al cronograma habitual.
La basura acumulada hace doble o triple el trabajo de los recolectores este miércoles, que pasarán en algunos casos después que la ciudad vuelva a la normalidad y vea, y huela, sus veredas y esquinas.
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