Emotivo acto por los 125 años de inicio de la obra educativa de las Hijas de María Auxiliadora en San Nicolás de los Arroyos.
Dicen por ahí que, “plantar un viñedo se parece a crear una escuela…” para ambos se requiere trabajo y paciencia, un poco de tierra, y suficiente pasión para la horquilla. La preparación de la “tierra” es esencial, y San Nicolás era tierra preparada, para que la vida se abriera paso entre los poros de esta tierra.
Después de tener que suspender por una semana el acto programado para el 1° de abril, debido al mal tiempo imperante, el clima dio una pequeña tregua para poder dar lugar al gran festejo.
Fue una noche inolvidable frente al edificio del Colegio. Gran cantidad de alumnos y familias se hicieron presentes, así como abanderados y autoridades de otras instituciones educativas de San Nicolás.
El tránsito por la cuadra estuvo cortado por dos horas, así como el alumbrado público. De esta manera, el auditorio se ubicó en plena avenida Savio y el muro del colegio se convirtió en una pantalla gigante donde se realizó una proyección en 3D de mapping, narrando toda la historia de estos 125 años.
Se escucharon las palabras de la Hna. Adriana Gómez, Cari, y el discurso de la Directora de Nivel primario, Alejandra Di Donati.
Como momento culminante de la noche, el arquitecto Sebastián Tissera, habla sobre la importancia de los muros y el significado de la ventana abierta al pasado, en la ochava del colegio.
Un grupo de directivos y alumnos de cada nivel descubren para el público la imagen que se encuentra en la Esquina de Avda. Savio y San José.
Despierta, viejo muro de mi casa! Abre tu herida y muestra la maravilla que escondes…! Háblanos del ayer de esta esquina y quédate mostrando la belleza del pasado que queremos inclinarnos agradecidos y seguir con pasión este camino de educar con el corazón entre las manos!