Salud
01/05/2016 - 15:44:15



Otoño y el cuidado especial de la piel


Un aspecto joven y saludable se logra con determinados hábitos como una dieta equilibrada, práctica diaria de actividad física; limpieza, cuidado e hidratación de la piel.

Cabe destacar que la alimentación es fundamental en el cuidado de la piel. Una dieta equilibrada aporta determinados nutrientes que el organismo aprovecha para obtener la salud de cada uno de sus órganos, entre ellos la piel.

Comenzó el otoño; desapareció el tono bronceado y se empiezan a ver imperfecciones como la deshidratación en la piel y manchas de sol. Esta época del año es la ideal para tratar al máximo la piel, con limpiezas y exfoliaciones tanto faciales como corporales; para eliminar puntos negros, tratar la piel dañada por la exposición frecuente al sol, manchas, arrugas y acné, entre otros.

Existen diferentes biotipos cutáneos, siendo este uno de los pilares de todas las prácticas en gabinete, ya que nos orientará sobre la clase y tipo de producto a utilizar y sobre el tratamiento a realizar.

La piel eudérmica es aquella que se presenta con una superficie lisa, flexible, de color rosado o tostado mate, luminosa (no brillosa), con humectación e hidratación normal, dependiendo de la raza. No posee comedones, ni poros dilatados y tiene una elasticidad normal.

La piel grasa presenta un aspecto visual húmedo, untuoso o aceitoso, posee brillo y a veces presenta comedones; los orificios de las glándulas sebáceas están abiertos por lo que los poros son más visibles.

La piel alípica generalmente coexiste con la piel deshidratada. Es una piel fina, adelgazada, opaca, blanca o seca, que produce tirantez, las arrugas a las mímicas son más marcadas y acentuadas. Al tacto se presenta una sensación de sequedad y fina rugosidad. Es fácilmente irritable y sensible, principalmente en personas de piel blanca.

La piel deshidratada presenta escamas, es fina y opaca, a veces resquebradiza. La secreción de glándulas sebáceas y sudoríparas es escasa. Presenta una intolerancia a los cambios climatológicos y jabones alcalinos.
La piel sensible presenta un aspecto terso, de fácil enrojecimiento y facilidad al mancharse, hay tendencia a la irritación e inflamación. Las personas con este tipo de piel presentan algunas veces sensación de ardor, calor, tirantez, y prurito. En caso de no ser tratadas puede desencadenar una rosácea.

La piel sobrehidratada presenta un aumento relativo en su inhibición acuosa. Normalmente los niños tienen su piel más hidratada que la del adulto; también la mujer con respecto al hombre, sobre todo en algunos cambios hormonales (premenstruales, embarazos). La piel es fría, húmeda, cianótica, pastosa.

La piel mixta se presenta en personas donde coexisten dos biotipos diferentes, generalmente es en la cara donde alternan las zonas seborreicas (mayormente en la zona T: mentón, nariz, mejillas, mentón) y las alípicas. Tienen un aspecto oleoso, brillante, de textura áspera y despareja.

Si sabemos qué tipo de piel tenemos podemos ir acercándonos al cuidado correcto y la dieta adecuada.

El tratamiento va a depender no sólo del tipo de piel, sino del cuidado general que haya tenido la persona previamente. La edad y sus hábitos diarios de alimentación y actividad física serán motivo de otra nota.

Para un correcto asesoramiento consultá a un profesional.

Hasta la próxima!

Sofía Cappa
Licenciada en Nutrición- Esteticista corporal

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