El Ministerio de Salud afirmó que el abastecimiento de vacunas antigripales "es total" en todo el país y recordó que las dosis están disponibles de forma gratuita para los grupos de riesgo en los hospitales y centros de salud públicos.
"El Estado nacional compró para 2016 un total de 9,5 millones de dosis, que continúan siendo distribuidas a las provincias según la necesidad de cada una", precisó esa cartera en un comunicado.
Las vacunas contra la influenza adquiridas por la cartera sanitaria son exclusivamente para los grupos de riesgo, entre los cuales las embarazadas y niños de entre seis meses y dos años de edad son -hasta el momento- los grupos con menor porcentaje de cobertura.
Los otros grupos de riesgo que recibirán la vacuna de forma gratuita son los comprendidos por las puérperas hasta el egreso de la maternidad, como máximo a diez días del parto si no la recibieron durante el embarazo; las personas mayores de 65 años; el personal de salud y las personas de entre dos y 64 años con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad.
Asimismo la cartera sanitaria nacional confirmó que no se registraron faltantes en el sector privado y afirmó que "si un centro de salud aplica todo el stock de vacunas antigripales que tenía en su establecimiento, vuelve a reponerse de forma inmediata".
Al igual que otras infecciones respiratorias, la gripe se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con esas secreciones.
La denominada “gripe A” es simplemente un tipo más de gripe, que al igual que los otros virus de la influenza puede presentar complicaciones en los grupos con mayor riesgo de sufrir dificultades, por lo que se insiste en la aplicación de la vacuna antigripal, que debe ser recibida anualmente.
Los síntomas gripales suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas mayores y otras con otras afecciones médicas crónicas, la infección puede conllevar graves complicaciones, provocar neumonía e incluso la muerte.
Entre los síntomas figuran fiebre persistente mayor a 38 grados, dolor de garganta, de cabeza y muscular y malestar generalizado.
En los niños pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea, irritabilidad o somnolencia. Ante esos síntomas es necesario consultar al centro de salud más cercano para recibir atención médica.