La resolución del juez Facundo Puente, del fuero de Ejecución Penal, dispuso una "clausura provisoria de la planta de síntesis de Atrazina de la empresa Atanor SCA, ubicada en San Nicolás", y advirtió que "medida que estará en vigencia hasta que por disposición judicial sea dejada sin efecto".
La medida fue tomada tras un allanamiento del juzgado a la planta realizado junto a Gendarmería y Prefectura: "Se trata de un juez nuevo, que viene de otro lugar y para nosotros es llamativo como él pudo resolver un amparo que nosotros veníamos presentando hace más de dos años", afirmó Ibarra, cuya organización venía denunciando que la justicia no actuaba correctamente.
El juez Puente ordenó además "prohibir el ingreso a la planta de los camiones que arriben desde el establecimiento que la firma posee en la localidad de Munro, o de cualquier otro lugar, que contengan sustancias de cualquier índole para ser vertidas en el conducto que se viene clausurando".
También ordenó que Prefectura y Gendarmería corroboren "el cese del vuelco de efluentes y la puesta fuera de servicio de la planta", además de exigir a la policía departamental que "diariamente corrobore que se cumpla con la clausura".
La Justicia confirmó el incumplimiento de la anterior medida cautelar -que exigía a la empresa que no contaminara- e indicó que "la documentación que exhibe la empresa no es suficiente y le faltan habilitaciones para volcar efluentes al río y para usar el agua subterránea".
Por esto, dice la resolución, "la conducta de Atanor pone en grave riesgo el medio ambiente y la salud pública por lo que la clausura efectuada coresponde por derecho".
"Hace años que los vecinos de San Nicolás vienen denunciando la contaminación en esta zona, este es un principio, algo de justicia. Pero aún debe resolverse la cuestión de fondo que se encuentra en el fuero federal", explicó a Télam.
La causa federal tramita por la infracción de la ley 24.051, de Residuos Peligrosos, y fue resultado de "una lucha de las organizaciones tras ver que en el fuero provincial no había avances en la causa".
Más allá del color verdoso de las aguas y del olor nauseabundo, la peor consecuencia de las infracciones a la leyes ambientales como el arrojo de agua fenólica al río y el entierro de residuos tóxicos fue el aumento de casos de cáncer, fundamentalmente de piel, que padecen los pobladores.
Instalada dentro del ejido urbano lindante con el barrio Químico, la planta de Atanor ocupa casi 20 mil metros cuadrados y es, según su propia definición, la única productora y formuladora de triazinas (un componente para hacer herbicidas) del Mercosur.
Fuente: TELAM.