El siniestro desatado en la petroquímica Atanor mantuvo en tensión a los vecinos y alarmó a los que visualizaron la columna de humo. Bomberos concluyó su tarea tras cuatro horas de trabajo. No se quemaron productos tóxicos.
Según trascendió en el informe que se elevó a la superioridad por parte de Bomberos, se informó que se hicieron tareas de extinción y remoción de escombros en un galpón de 50 x 70 metros. En el mismo se destruyeron por las llamas toneladas de productos de embalaje de alta combustión.
La salida de la primera dotación de bomberos se dio a las 17:15 tras un llamado de la propia guardia de la petroquímica Atanor.
Las fuentes de la empresa se mantuvieron en silencio. No se pudo precisar el origen del siniestro, y si hubo intervención de los brigadistas que tiene capacitados Atanor. Tampoco si en el depósito que se registró el incendio había productos de los que se fabrican y embalan en la planta.
Recordemos que Atanor tiene algunas de sus líneas productivas paradas por una orden judicial, y que tiene prohibido verter agua al río. Asimismo pesa sobre la misma una resolución para que garantice la inocuidad de productos enterrados en su predio, y que en caso de ser nocivos proceda a removerlos y darle el tratamiento final adecuado.
El poco personal visible en la planta no estaba autorizado a brindar respuesta a ninguna de estas cuestiones que fueron requeridas por EL INFORMANTE durante el siniestro. Tampoco las consultas que se realizaron posteriormente por los canales que habilitaron para hacerlo pudieron ser satisfactorias.
Las dotaciones del Cuarte de Bomberos local fueron asistidas por un camión cisterna de los Bomberos Voluntarios de Ramallo.
El ingreso de la unidad de la Policía Ecológica se hizo cuando ya se había montado el cordón de prevención sobre calle Subiza, en Bogado y Ponce de León. Policía Local y Comando de Patrullas dejaron el paso sólo de ambulancias y vehículos de las fuerzas de seguridad.
Eso no impidió que vecinos y curiosos se acercaran hasta el mismo portón de la planta para saber qué era lo que pasaba.
Después de circunscribir las llamas, que generaron el humo negro de los plásticos ardiendo y los cartones de embalajes, se procedió a enfriar las estructuras y remover los escombros para desestimar cualquier foco ígneo.
Las pérdidas materiales fueron totales. Y afectó sólo al depósito que tenía el acopio de materiales. No se informaron de heridos.
A las 21:30 se retiró el último efectivo de bomberos y se iniciaban las diligencias de rigor para ser elevadas a la Superintendencia de Seguridad Siniestral, dependiente del ministerio de Seguridad.
En las primeras horas del lunes se estimaba que se iban a interesar sobre la situación desde el El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y el municipio, al cual se le impidió el ingreso a la planta.
Los anuncios acerca de la baja toxicidad de los materiales quemados, no alcanzaron a satisfacer a la opinión pública. El aviso para no generar pánico despertó sospechas y suspicacias. El siniestro puso nuevamente en debate la conveniencia de que haya plantas fabriles de este tipo en cercanías de centros poblados. Atendiendo al impacto que tienen sus producciones en el medio ambiente, y también por la posibilidad de una tragedia de proporciones ante un evento como el de este domingo.
El grupo En Escena ganó en la Fiesta Regional de Teatro