En las últimas horas se recepcionaron varias denuncias sobre intentos de extorsiones vía telefónica. Se trata de “secuestros virtuales” que con ingenio y habilidad realizan malvivientes en procura de obtener dinero.
Sin que se dieran a conocer detalles en la última semana se repitieron las consultas y denuncias sobre intentos de extorsiones aduciendo falsos secuestros.
Fuentes policiales y judiciales se negaron a brindar detalles ante la versión que se había concretado una transacción económica importante por parte de una familia que fue engañada telefónicamente.
Tampoco precisaron cuántos casos hubo en los últimos días. Algunos de esos intentos no fueron denunciados, pero consta que hubo al menos una tentativa de realizarlos.
La mecánica del engaño es similar, pero se refina cada vez más en los detalles, así por ejemplo pueden citar exactamente nombres, circunstancias, características de las personas presuntamente plagiadas, en algunos casos porque son de conocimiento público.
Es por eso que se insiste en la premisa de mantener la calma ante un llamado sospechoso y nunca brindar información a desconocidos.
En caso de ser víctima de un intento de “secuestro virtual”, se debe cortar el llamado telefónico y dar aviso al 101 Emergencias Policiales.
Algunas organizaciones ciudadanas aconsejaban que se tomen medidas de resguardo para evitar este tipo de maniobras, como por ejemplo reservar datos sensibles sobre nombres, direcciones, viajes, que usen los ladrones para cometer sus fechorías.
También y por seguridad, se los invitaba a hablar el tema en familia para acordar el modo de atender la posibilidad de este tipo de delito. Es por eso que tener una “palabra clave” es fundamental para desenmascarar el engaño. La práctica es de otros países, donde se instruía a las personas a que en caso de ser secuestradas tuvieran una palabra o cita que permitiera verificar la veracidad del secuestro.
Estas serían circunstancias extremas, pero obligan a abordar el tema y tomar los recaudos necesarios para evitar caer en el engaño de los que juegan con los sentimientos de sus víctimas.
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