¿Por qué riqueza? Entre los sinónimos de riqueza, encontramos: bienestar, capital, enriquecimiento, patrimonio, abundancia, exuberancia, entre otros.
En una de sus definiciones, hallamos “la riqueza es la profusión de cualidades, atributos y virtudes, más asociadas al intelecto, los conocimientos y las habilidades, es considerada como una forma de riqueza intangible, pero igualmente valiosa”.
Estas cualidades toman vida y acción en las aulas. Nos encontramos con niños ricos en conocimientos, aptitudes, habilidades, capacidades, aprendizajes que pueden desplegarse, y así se van constituyendo en sujetos pedagógicos, produciendo movimientos pedagógicos ricos, ininterrumpidos en las aulas.
Aulas, que para estar vivas, se requiere de dos grandes protagonistas: alumno y docente. Los docentes, “son artistas” (diría Paul Freire), generadores de prácticas pedagógicas innovadoras y creativas, pero solo éstas pueden desplegarse ante la presencia de alumnos activos, sujetos de deseo, de iniciativa, de acción, es decir, sujetos pedagógicos. El espacio áulico, puede sostenerse y recrearse a partir del reconocimiento de esta riqueza, atendiendo a la multidimensionalidad de los diversos contextos donde está inserto el alumno.
Gestionar una escuela en (está implícita en la Institución) la diversidad (no desde), implica hacer que las cosas sucedan, es decir, en las mismas prácticas pedagógicas áulicas, y no desde un discurso pedagógico.
Sabemos que las prácticas inclusivas, son el sostén de la matriz de aprendizaje institucional, por lo tanto, la única manera de pensar nuestros alumnos en la Escuela Camino, es que sean cada vez más ricos en sus aprendizajes, en su vida.
Lic. Verónica Villarroel
Asistente Educacional-Escuela Camino