Tomó estado público la situación delicada que atraviesa una familia que puede terminar desunida y en la cárcel. Un menor de dos años es víctima de un abuso y se llega a través del diagnóstico de una enfermedad de transmisión sexual.
La primera aproximación al tema desde lo periodístico llega por una intervención policial ante daños en la Guardia de Pediatría del Hospital San Felipe. Una mujer rompió un vidrio presa de una crisis de nervios.
En las apostillas del caso surge que la misma era familiar de una criatura que habría sido sometida a abusos sexuales, y la reacción fue cuando se enteró de la situación.
Luego de varias averiguaciones en fuentes confiables, EL INFORMANTE, puede dar cuenta de la intervención de Prodenya a pedido de la Fiscalía 2, en el marco de una investigación por un presunto abuso sexual a un menor de dos años.
En la noche del jueves una joven madre lleva a su hijo a la Guardia para atenderlo de un cuadro febril. La doctora que lo revisó observó unas marcas en el cuerpo de la criatura, que la llevan a una exploración más profunda, y determinar que las mismas eran compatibles con una segunda fase de sífilis.
La situación fue haciendo más compleja cuando ante las preguntas de la profesional la madre no supo que responder y se constata los vestigios de un presunto abuso sexual.
A esta altura de los acontecimientos se solicitó la intervención policial y la Fiscalía 2 ordenó una serie de diligencias.
Entre ellas la intervención del Tribunal de Familia y Prodenya para resguardar los derechos del menor.
Por otra parte se ordenaron exámenes de sangre en el entorno familiar directo, y resultó que la abuela, la madre y la actual pareja de la mujer resultaron positivas a la infección de la bacteria de la sífilis.
Estas personas y otra compartirían una precaria vivienda en Villa Piolín.
Si bien la enfermedad se transmite a través de contacto con la membrana mucosa durante el sexo. Puede ser transmitida aunque no haya penetración o intercambio de fluidos.
Por eso es necesario que determine el médico de policía si existe la evidencia de que hubo un abuso hacia el menor, y si de ese acto pudo haber existido el contagio.
Los profesionales médicos están perplejos por la situación, el menor se encuentra internado, y el entorno familiar bajo observación, a la espera de las determinaciones judiciales correspondientes.
Se espera en las próximas horas que haya medidas procesales concretas en procura de deslindar responsabilidades considerando además de las cuestiones penales las implicancias sociales que tiene este delicado caso.
Cultura Ternium: los nicoleños disfrutaron de Queen Sinfónico