"Una cama para mi hermano" Se trata de un proyecto solidario de la EES Nº 23, que surge para ayudar al hogar "La casita de Don Orione".
El hogar de noche “Casita de Don Orione”, ubicado en Lamadrid 26 de la ciudad de San Nicolás, en su actividad cotidiana alberga a más de 15 personas en situación de calle, y estudian alternativas para ampliar su capacidad de alojamiento.
Por este motivo la Escuela Secundaria Nº 23, del barrio San Martín está fabricando camas cuchetas, para entregarlas al hogar y así poder ampliar su capacidad a 6 nuevos huéspedes por noche.
La idea surgió por parte de los alumnos de 5to y 6to año de la escuela con la coordinación de la profesora Florencia Ramírez. Es un gesto de solidaridad y compromiso surgido de adolescentes que asisten a la Secundaria 23, y en dialogo con la profesora de Inglés Florencia Ramírez, se empezaron a interesar en este proyecto solidario, que este año participará del programa nacional “Escuelas Solidarias”.
Este hogar, fundado en 2016, dirigido por el padre Matías Pérez, y coordinado en sus distintas áreas por Alejandra Podestá y Claudia Sobrero, ha recibido en su primer año y medio de vida a más de 150 personas, que noche a noche vuelven, haciendo de este movimiento una rotación de más de 4600 camas, y un ingreso promedio actual de 15 a 20 personas por noche. -“Ojalá no hubiera una sola persona durmiendo en la calle, pero existen en un número alarmante y nos enorgullece decir que hace más de un año esta cantidad de personas ha tenido una cama limpia para descansar, una muda de ropa impecable, un plato caliente de comida, y un mate listo para ser compartido con personas que los esperan con mucho amor”- destacó el padre Matías.
Todos pueden ayudar:
“La casita de Don Orione” es un espacio colaborativo por excelencia, todo se consigue gracias a las donaciones de diferentes personas, y el trabajo cotidiano se sustenta gracias a la colaboración de manos solidarias, que día a día ofrecen su tiempo para ayudar al prójimo.
El mobiliario, la vajilla y la ropa de cama se obtuvieron gracias a la solidaridad de la comunidad y un equipo de trabajo atenderá a las personas que por obligaciones en la ciudad o por necesidad requieran de un lugar para dormir.
Los que están casi crónicamente durmiendo en la “casita” y permanecen durante todos los días de la semana, son aproximadamente 14 personas.
Para desarrollar las actividades permanentes, se cuenta con un equipo de 95 voluntarios organizados en diferentes equipos, hay un grupo de limpieza responsable de la higiene, las personas que retiran bolsas de ropa blanca (sábanas) para lavar, y cuatro voluntarios rotativos que los reciben cada noche y organizan las tareas en los horarios pautados. Por otra parte, también participan voluntarios para el trabajo en la cocina para preparar la cena y los desayunos.
La Casita funciona en una casa prestada por Cáritas Diocesana en Lamadrid 26, tiene tres dormitorios con 23 camas, 2 baños con 4 duchas cada uno, un comedor, una cocina, un lavadero, un pequeño cuarto del encargado, dos patios y un recibidor. La cantidad de ropa que tiene cada uno de los huéspedes crónicos, la población numerosa por noche y todo lo que implica su mantenimiento, hacen necesaria la construcción de un depósito y de una habitación más.
Desde la Secundaria Nº23, se va a poder ampliar la capacidad a seis huéspedes más por noche, En esta última etapa, se están pintando las camas, para luego llevarlas hasta el hogar y allí ensamblarlas y dejarlas listas para su uso cotidiano.