Las tecnologías digitales constituyen un componente más en los ambientes donde los niños se desarrollan, habitan, conviven y socializan. Sin embargo, las pantallas se presentan como un problema para muchos papás al ver a sus niños apegados a estas (tablets, televisor, celular).
Las pantallas en sí mismas no son un problema si las acompañamos con educación. Educar en convivencia digital desde la temprana infancia es el desafío de los educadores hoy. “¿Por qué hacemos en las redes cosas que no haríamos estando frente a frente con una persona? ¿Por qué replicamos o compartimos mensajes o videos que ridiculizan o exponen a otras personas? De esta manera se presenta casi de manera involuntaria en los adultos esta concepción de las redes como un espacio en el que se presentarían nuevas reglas “más permisivas” que en la convivencia social.
La solución no sería retirar de escena las pantallas y las redes que cada vez socavan más en nuestras rutinas sino educar en Convivencia Digital. La tecnología digital potencia al ser social y creativo de los niños y propicia el trabajo colaborativo. Lo interesante es saber qué hacer con las pantallas y los niños.
Sugerimos para el trabajo con la primera infancia la incorporación de la tecnología digital Scratch: programación para la primera infancia, desarrollando capacidades como la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
Pero es importante regular y construir hábitos en torno a la convivencia digital. Son interesantes los aportes del Prof. Gustavo Gambini, especialista en formación de docentes de Nivel Inicial en el área de ambiente natural y social, acerca de lo que dio en llamar Higiene del Sueño. Refiriendo a la necesidad no sólo de la higiene personal o corporal antes de acostarse, sino haciendo alusión a esto de "prepararnos para dormir", que es tan importante como la higiene corporal porque de ello depende nuestro rendimiento al día siguiente.
Muchas veces no están dadas las condiciones para el descanso ni en los niños ni en los adultos ya que se encuentran conectados a las pantallas hasta el minuto antes de dormir. La habitación de los niños en muchas ocasiones no se encuentra ambientada para el descanso sino para el juego o el entretenimiento usada como playroom.
Es necesario preparar el ambiente de descanso, desconectándonos de los dispositivos por lo menos dos horas antes de acostarnos. Preparar nuestro cerebro para el descanso y no acostar a los niños hiper activados por la interacción multimedia ya que ésta demanda un trabajo neurocognitivo que se presenta como un obstáculo para conciliar el sueño además de los daños que ocasiona tiempo prolongado de exposición a la luz artificial de las pantallas.
*Por Lic. Mariana Pérez, Directora del Jardín Estrella de la Mañana.
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