En el marco del programa “Ruedas solidarias” que se desarrolla en la Unidad 3 de San Nicolás, internos de ese establecimiento carcelario fabricaron y donaron una bicicleta adaptada para Diego Rodríguez, ex jugador de “Los murciélagos” la selección nacional de fútbol para ciegos.
Diego tiene 26 años es oriundo de San Nicolás y un deportista todoterreno. Si bien a los seis años perdió completamente la vista, eso no le impidió practicar Taekwondo y destacarse al punto tal que integró la selección infantil. Más tarde ese lugar fue ocupado por el fútbol, disciplina que lo llevó a integrar durante 7 años las filas de “Los murciélagos” el seleccionado argentino de fútbol para ciegos.
Cinco años atrás una lesión lo marginó del combinado argentino, pero ya está enfocado en retornar pronto. “Es por eso que solicité la bicicleta, para poder entrenar. Ir a un gimnasio se complica por lo económico” contó Diego, quien el año pasado jugó en Boca y actualmente lo hace en “Los Búhos” de Santa Fe, uno de los 28 equipos que integra la liga argentina de esa modalidad.
“Ruedas solidarias” es un programa que nació en la Unidad 3 a través del cual el establecimiento recibe bicicletas abandonadas en comisarías o dependencias judiciales y las reacondiciona para personas necesitadas. En un primer momento se destinaron 10 bicicletas a chicos que las utilizarían como medio de transporte para asistir a la escuela y luego se sumaron las dos bicicletas adaptadas para personas ciegas y 7 sillas de ruedas que se entregaron a CARITAS y PAMI.
Sobre la experiencia, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, sostuvo que “las capacitaciones en oficios que se llevan adelante en las cárceles es uno de los ejes que impulsa la gobernadora María Eugenia Vidal, y ellas permiten no solo que las personas privadas de su libertad adquieran conocimientos para insertarse en el mercado laboral en su egreso, sino para que también realicen distintas acciones solidarias ayudando a instituciones y personas que lo necesitan”.
El pedido llegó a la Unidad 3, cuando Diego se enteró de la bicicleta que los internos habían donado en noviembre de 2018 a Nahuel Esquivel. “Gracias a ustedes, ahora puedo entrenar y enfocarme en lo que me gusta”, destacó el futbolista frente a los internos a quienes desafió a un partido de fútbol con los ojos vendados.
Cinco internos se capacitaron en reparación y armado de bicicletas y trabajaron desde marzo para poder cumplir con el deseo de Diego.
El Director de Promoción e Inclusión Socio laboral del Servicio Penitenciario Bonaerense, Marcos Di Lorenzo, explicó que “poder llevar adelante estas actividades solidarias es posible por las múltiples capacitaciones que se desarrollan en las cárceles de toda la provincia. Para poder adaptar los cuadros de estas bicicletas, los internos previamente se capacitaron en el oficio”.
En el mismo sentido, el Director de la Unidad 3, Carlos Díaz subrayó que “lo positivo de la donación es que a través de este acto no solo se ayuda a quienes lo necesitan, sino que también las personas privadas de su libertad pueden adquirir herramientas para desempeñarse en el futuro dentro del mercado laboral”.
Fabiana Cantilo se presenta en el Teatro San Nicolás