Política
30/06/2019 - 11:44:47



La proscripción soft en las listas locales y la obediencia debida


Lic. Sebastián E. ARIAS

Las horas previas a los cierres de listas, suelen ser sumamente álgidas, de tensiones que se perciben en el ambiente. Los teléfonos arden por momentos y por momentos se tornan en elementos de angustia para quien no recibe la esperada doble tilde azul, y le clavaron el visto. Esa dinámica habitual de esta etapa de cualquier proceso electoral tuvo en nuestra ciudad, dos momentos que despertaron de su cómoda somnolencia a la vida política nicoleña.

Primero, nos enterábamos que Adolfo Suárez, no el polivalente ministro franquista sino su homónimo local, famoso por haber publicado su teléfono celular en redes sociales y atenderlo a toda hora; dejaba el espacio de Juntos para el Cambio, (había desembarcado en 2015 proveniente de la corriente izquierdista JP Descamisados), donde se encontraba eclipsado por un passaglismo que “fue por todo” y pegaba el gran salto hacia el espacio que lo alumbró políticamente: el quinterismo.

Esos saltos entre espacios políticos que aunque presentados como “frentistas” y por lo tanto plurales, ha conllevado en nuestra realidad concreta una especie de baile de la silla, como lo explica sucinta y acertadamente un ingeniero amigo, mediante la cual, la silla sería el nombre del espacio político alrededor de la cual danza siempre el mismo ballet electoral; así, Suarez supo ocupar la silla de Descamisados, luego la del PRO y ahora nuevamente la de… Sin dudas su paso al Frente de Todos, cayó como un baldazo de agua fría en ese espacio que hasta el momento había dado a conocer las precandidaturas de la senadora provincial Cecilia Comerio, Gabriel Maurino y Daniel Castaño, diferentes expresiones del PJ & Co. local.

Adolfo Suárez cuya agrupación se extingue en su propia popularidad, encabezando una lista con soporte logístico del quinterismo se transformaba en un nuevo e inesperado adversario que complicaba los planes en especial de aquellos que según los sondeos debían remontar el alto grado de desconocimiento que aún poseen en los electores. También cambiaban los escenarios futuros, pues si Suárez atravesaba con éxito las PASO, se constituía en un oponente que complicaba aún más al oficialismo que tiene el enorme reto por delante de vencer en una elección nacionalizada y polarizada. Pero con el correr de las horas se pasó de la rosca a la acción.

A la mala acción política, a aquella que va mucho más allá de la picardía y se acerca a una forma soft de proscripción. Desde hace meses, se conocía que la lista que encabezara la senadora Comerio, más allá de los espacios con los que se aliara, sería la que contaba con la bendición del hijo bi-presidencial, y jefe de la agrupación La Cámpora en donde revista la senadora y que por ello tendría una especie de halo de oficialidad, era el caballo del comisario, como se dice tradicionalmente. Maurino y Castaño, militantes con muchos menos recursos que la senadora habían recibido de las autoridades del Frente de Todos, garantías acerca de que en aquellos distritos donde no se gobernaba, los candidatos se dirimían mediante internas, en la cancha se verían los pingos, para continuar con referencias turfísticas.

Es probable que la repentina aparición de Suárez obligara a modificar ese escenario. El ex funcionario municipal goza de un alto nivel de popularidad y una intención de votos envidiable para muchos, lo cual lo transformaba en un jugador de peso en la interna. Suárez, munido de su celular podía derrotar a una serie de agrupaciones comandadas por La Cámpora y encabezada por su principal referente. Las alarmas se encendieron, las fichas se movieron y sin muchas explicaciones creíbles, por voluntad y elección de los miembros de la Junta Electoral partidaria, Comerio se transformó en aquello que muchos anhelaban: ser ungida como la única precandidata a intendente por el Frente de Todos. Esta situación de irregular proclamación de candidata expone una vez más, parte de las preocupantes miserias del funcionamiento de nuestro sistema político, la selección de candidatos “a dedo”, pues no se hizo como establece la legislación vigente, mediante el voto popular, sino que un puñado de personas condicionaron no sólo el derecho a ser elegido de quienes conformaban las otras listas, sino que establecieron de facto, que los simpatizantes de la fórmula Fernández/Fernández en el distrito de San Nicolás tenían una y sólo una opción local.

Esta situación dinamita todo discurso que pretenda hablar de “lista de unidad”, podrá ser en todo caso un recurso propagandístico, que intente ocultar con intenciones de legitimar, las maniobras mediante las cuales todo competidor interno simplemente desapareció de la contienda. Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias fueron concebidas para llevar transparencia y democratizar los espacios partidarios, pero la letra chica, ha dejado márgenes para que el abuso y la doble vara con la que frecuentemente se evalúan las “formas”, siendo este el argumento utilizado para en definitiva, evitar que quienes no gozan del beneplácito de las autoridades partidarias compitan y, de esta manera, los derechos sucumben ante la obsecuencia y se vicia por tanto, allí mismo, en su origen la totalidad del proceso eleccionario.

Recordemos que a los partidos políticos, en las democracias modernas, les corresponde en exclusividad la presentación de los candidatos, por eso es fundamental que sea en ellos, aunque adopten la modalidad de “frente” (unión de partidos) donde se garanticen los derechos políticos esenciales, para poder asegurar una mejor representación de la sociedad en ese proceso de mediación en el que consiste el entramado institucional.

Las fuerzas políticas que competirán en octubre han cruzado ya el Rubicón, hay que ver si en este caso termina se también con la desaparición de las normas republicanas y su consecuente sustitución por la obediencia debida al mandamás de turno.

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