Tras la tragedia ocurrida en la localidad de Cañuelas, donde una menor aprendía a manejar y atropelló y mató a un niño de 2 años, se reafirma la importancia de aplicar técnicas seguras al momento de aprender a conducir.
Aprender a conducir con un auto particular representa ciertos peligros a la hora de salir a la calle. Al no ser un auto doble comando como los que ofrece una escuela de conductores, se pierde la posibilidad de mantener el control sobre el vehículo ante cualquier eventualidad. A la vez, en la mayor parte de los casos son amigos o familiares los encargados de enseñar por lo que no son instructores formados para tal fin.
La realidad es que saber manejar no habilita a una a personar a enseñar a conducir, y para todos aquellos que quieren aprender a manejar, van a necesitar de alguien que les dé las instrucciones de manera adecuada para que de esta forma puedan salir a la calle con su auto por sí mismos.
Por otra parte, en caso de ocurrir un siniestro al momento que se está aprendiendo, no hay cobertura de seguro ya que no se cuenta con licencia de conducir.
Sin dudas, el mayor beneficio de tomar clases con un profesional, más allá de aprender a conducir, es la seguridad. Éste beneficio es fundamental, ya que una persona que no es instructor de manejo no está capacitado pedagógicamente para brindar esa seguridad.
Tomar clases en una escuela de conductores garantiza una conducción segura y eficaz.
Homenaje a Raúl Carnota a beneficio de la Casa de la Música