La atención de la salud durante el siglo XIX estaba bajo la atención de médicos que en forma privada atendían a los pacientes que podían pagar este servicio.
Como no todos podían hacerlo, actuaban las famosas "curanderas" que intentaban mitigas las enfermedades con hierbas y diversos rituales.
A fines de Guerra del Paraguay (1864-1870) se desencadenan en la ciudad, brotes de cólera y fiebre amarilla que comienzan a diezmar a la población. En el cementerio municipal aún hay monumentos recordatorios a sus víctimas. Por ese motivo los médicos locales no alcanzaban y viene una comitiva de Buenos Aires a prestar su ayuda. En 1868 el cólera parece implacable y en 1871 se establece un "Lazareto Flotante" para que los afectados que vienen por el río Paraná no desembarquen en ésta ciudad.
Ante estas apremiantes circunstancias de la salud, en 1874 comienza a funcionar el Hospital San Felipe cuya mantención está a cargo de la Sociedad de Damas de la Caridad y el orden interno por los Hermanas de la Misericordia. Luego de inaugurado el Teatro Municipal, comenzó a solventarse con el 35% de lo recaudad en las diversas obras que allí se presentan.
Al aplacarse estos brotes, siguieron otras enfermedades infecto contagiosas y por ese motivo el 8 de Abril de 1887 se inaugura el Lazareto de enfermos infecto contagiosos en las afueras de la ciudad (actualmente Cuartel de Bomberos e Infantería Policial) y que a partir de 1910 se llamará Hospital Regional de Contagiosos.
Todas estas necesidades hacían ver que era necesaria una mínima intervención de los organismos municipales en el área de salud, para constatar oficialmente las enfermedades y velar entre otras cosas por el adecuado estado de los alimentos que solían venderse en la vía pública.
Fue el Intendente Manuel García Alberdi el que estableció un reglamento del servicio de asistencia pública a fines de Octubre de 1897. Posteriormente una ordenanza de 1902 creaba el servicio médico municipal a cargo de dos médicos municipales.
Esta iniciativa estuvo acompañada durante la Intendencia de Serafín Morteo tres años más tarde, por la creación de la Sala de Autopsia y depósito de cadáveres en el Cementerio Municipal.
Pero fue recién el 5 de Julio de 1919 cuando por ordenanza se crea la "Asistencia Pública" que se inauguró el 30 de Agosto de 1919 en un recinto ubicado en la intersección de Rivadavia y Pellegrini por la Sr. Tomasa de Ferreyra con la condición de que llevara el nombre de su hijo el Dr. Carlos Ferreyra.
Se iniciaba de esta forma decisiva, una política de intervención en el área de salud municipal en forma profesional por especialistas del área mantenida íntegramente con fondos municipales.
El plantel sanitario estaba integrado por un cuerpo médico compuesto por los Dres. Francisco Robles, Maximiano Vázquez y Juan M. Amestoy. Asimismo desempeñaban el cargo de director un mes cada uno, comenzando la Dirección el Dr. Amestoy. Por otro lado contaban con la colaboración profesional, de un enfermero, un enfermero ayudante y un cochero (quien además se ocupaba de la higiene del lugar).
Esta dependencia procedió a cumplir con el servicio de primeros auxilios tanto en el local como a domicilio -que se prestaba con dos ambulancias a caballo y un coche-, dispensario de salubridad, vacunaciones, consultorio de dentista, etc.
Con la creciente demanda por el crecimiento poblacional, la Asistencia Pública fue cambiando y adecuando sus servicios para dar respuestas a dicha necesidad.
En forma paulatina comenzó a prestar servicios de distintas áreas y especialidades médicas colaborando ostensiblemente en la salvaguarda de la salud de la población de San Nicolás.
Profesor e Historiador, Ricardo Primo.