Marta, de 55 años de edad, presenta dolor en la región cervical, en la región lumbar, en los antebrazos y en los muslos en forma permanente. Solo tocar su piel le despierta el síntoma. Además cuenta que está siempre cansada y que esa sensación empeora con el ejercicio. Por este tema ha consultado a muchos médicos, le han pedido múltiples estudios y todos fueron normales. “He tomado todo tipo de medicamentos y nada parece funcionar.
No quiero ir más a gimnasia ni al kinesiólogo porque vuelvo con más dolor” - comenta. “Algunos médicos me dicen: usted no tiene nada y otros que tengo fibromialgia o fatiga crónica y que no hay mucho para hacer.
Me envían al psicólogo, siento que piensan que estoy loca, pero a mi me duele, algo me pasa y no sé que es”.
Esta es una historia típica que se escucha en los consultorios. Hoy en día hay una epidemia de "dolor sin daño": pacientes con síntomas en los cuales los estudios no muestran daño estructural. Suele ocurrir que nosotros, los médicos, al no poder diagnosticar con "certeza" lo que tiene el paciente, descalificamos los que el paciente siente. Escuchá la entrevista y dejanos tu opinión.