Conocer los tres modos de funcionamiento del cerebro de un niño nos puede ayudar a pensar las intervenciones en casa.
Cerebro primitivo: vela por la protección y seguridad. Clama frente a necesidades por ejemplo hambre.
Cerebro emocional: atiende el sentir (amor- temor) requiere estabilidad y es la puerta de entrada al aprendizaje. Si un niño realiza un berrinche lo mejor es abrazarlo y ofrecerle cariño. No es momento de darle explicaciones ya que su cerebro está funcionando en otro modo... no en modo de...
Cerebro racional: desarrolla el pensamiento lógico. Habilidades complejas como imaginación, creatividad, narración, toma de desiciones, entre muchas otras.
- Ofrecer estabilidad emocional en casa. Crear un clima agradable. La realidad externa pone en jaque la supervivencia misma, por eso necesitamos crear un clima de seguridad emocional en casa (válido para grandes y niños).
- La música por sobre el exceso de noticias y pantallas es un recurso que ayudará. Elegir música para poner de fondo y que genere bienestar.
- Sostener rutinas, cambiarse, pautar horarios con los peques y ámbitos de actividades, optimizar el uso de los distintos espacios de la casa o departamento. Atender al cambio de espacio para diferentes actividades.
- Incluir a los niños en actividades cotidianas. Invitarlos a cocinar (los más pequeños podran trasvasar o intentar cortar un tomatito con un tenedor plástico, que puedan barrer a su manera, o porqué no hacer la cama. Una franela para limpiar los muebles. Jugar acomodando la alacena.
JUGAR es lo que posibilita a los niños tramitar y expresar sus emociones.
Luego del día pueden dialogar y preguntarles cómo se sintieron. El diálogo ayuda al desarrollo del cerebro racional y ofrece al niño la oportunidad de ver otras salidas o alternativas posibles, por ejemplo frente a un berrinche o conflicto entre hermanos.
Tecnología, pantallas, dispositivos móviles: El núcleo estriado es una parte del cerebro que se encarga de asignarle valor a las cosas, atiende a la intensidad y velocidad de los estímulos externos. Si un niño recibe gratificación usando como fuente los juegos de la play o celular claramente son ficcionales en términos de la posibilidad de procesar la información en la realidad... pero su cerebro se acostumbró a esa gratificación veloz tanto que luego sentarlo a escuchar un diálogo familiar le resulta practicamente imposible. Esperar turnos de habla por ejemplo no son hábitos a los que pueda esperar.
IMPORTANTISIMO: saber respetar horarios frente a dispositivos móviles cuanto mas pequeños menor cantidad de tiempo.
Se puede ofrecer desde 1 año juegos con pocos estímulos para desarrollar la intensidad mas que la velocidad. No ofrecer todos los juguetes, sino algunos e ir incorporando o complejizando en otra oportunidad. ¡Se puede jugar a lo mismo muchas veces! E ir enriqueciendo la situación de juego.
Directora del Jardín Estrella de la Mañana, Lic. Mariana Pérez.