El Día Mundial del Asma, que se conmemora el primer martes de mayo, tuvo su celebración inicial en el año 1998 con el fin de concientizar sobre la enfermedad y difundir los cuidados necesarios para poder llevar una vida sin limitaciones. En el contexto de la pandemia por el coronavirus, los pacientes asmáticos deben tomar mayores recaudos por integrar uno de los grupos de riesgo.
El asma es una enfermedad crónica en la que la acentuación de sus síntomas varía de acuerdo a cada organismo y que es muy frecuente en los niños.
La enfermedad se manifiesta con ataques repetidos de ahogo y dificultad para respirar y el sonido de sibilancias al inhalar o exhalar. Además, en un paciente con asma las vías respiratorias se estrechan y se hinchan y este mecanismo produce mayor mucosidad.
Los ataques de asma se pueden producir varias a veces al día y aumentar por la noche o con la actividad física.
Síntomas del asma:
Dificultad para respirar
Tos
Silbido al respirar
Falta de aire
Como consecuencia del ataque de asma, el paciente puede tener además, insomnio, fatiga diurna, y disminución de su actividad habitual.
Pacientes con asma son grupo de riesgo para coronavirus
Quienes padecen de asma entran en el grupo de riesgo del coronavirus por lo que deben extremar los cuidados para disminuir al mínimo el riesgo de contagio, ya que en caso de contraer el virus se puede agravar el cuadro por la enfermedad preexistente.
Es por ello que a los pacientes con asma deben contar con su medicación de base , consultar al médico si deben aplicarse la vacuna antigripal o antineumocócica , mantener una rutina de actividad física y ventilar frecuentemente los ambientes de la casa.
Causas de un ataque de asma:
Una reacción alérgica a un agente presente en el ambiente: ácaros, esporas microscópicas de hongos, pelos y partículas de la piel de gatos y perros, y gérmenes responsables de infecciones respiratorias.
El aire frío, humo de cigarrillo, polución ambiental o gases de escape de automotores.
Sustancias que se rocían como pinturas y productos de limpieza, vapores de solventes.
Medicamentos (ejemplo: aspirina) y algunos aditivos de los alimentos.
El estrés emocional y el ciclo menstrual.
El ejercicio, que si bien puede desencadenar una crisis asmática, no debe ser evitado porque produce un importante efecto benéfico al fortalecer el aparato respiratorio y cardiovascular.