El detrás de escena del detrás de escena. Leandro Peón cuenta cómo, junto a su equipo de trabajo, lograron la organización del evento impulsado por el Rotary Club de la ciudad, a beneficio del Hospital San Felipe.
Pasaron 30 días desde la primera charla que derivó en un presupuesto. Había que montar una transmisión de una hora en streaming –en directo-, el día 30 de junio. Y así nació todo lo que vino después. Una lista de participantes que trascendía ciudades y países, que mezclaba nombres famosos con personajes de nuestra ciudad, una hora que se transformó en más de tres.
El Rotary Club de San Nicolás, a beneficio del Hospital San Felipe, empezaba a impulsar la movida que anoche se transformó en éxito. Una lista interminable de entrevistados y entrevistadores, todos coordinados, todos dispuestos a ser parte de este primer Festival Solidario Virtual, todos predispuestos a inventar en tiempos de reinventarse. Todos a la distancia, pero desde San Nicolás.
-Fueron 70 participantes, desde diferentes lugares de la Argentina y del mundo. Muchas personas seguramente no imaginan que todo esto se logró desde acá ¿cómo te surgió la posibilidad de producir el evento?
Fue un proceso que empezó de golpe y hace solo un mes, en una reunión convocada por el Rotary Club y a partir de ahí no paró de crecer. Nos presentaron ideas que tenían una fuerza increíble, junto con un listado de personas que ellos ya habían contactado y habían confirmado su participación. Eran todas cosas muy buenas y de nosotros necesitaban el servicio técnico para transmitir el festival en streaming, durante una hora.
Pero si hay algo que nos caracteriza como equipo de trabajo es la idea de servir, y con ese concepto como objetivos nos metimos en el proyecto que terminó siendo mucho más grande de lo que esperábamos. Y eso hicimos, servir para que pudiera concretarse algo que parecía bastante complejo.
-¿Cómo fue la producción, el contacto con los participantes y coordinar el trabajo con personajes como Ricardo Darín o Patricia Sosa, entre tantos otros?
Fue un gran trabajo, por la exigencia que requería y por la variedad de personas involucradas. Nosotros habíamos trabajado en “Te regalo una canción” un evento cultural muy importante para a ciudad que también requirió encargarnos de la producción integral, pero esta vez era distinto.
Llamar a cada uno de los participantes, entre ellos a Darín, que incluían artistas, deportistas, médicos, escritores, humoristas y cantantes, significó una preproducción enorme. Los contactábamos para coordinar reuniones por Zoom o pedirles videos. Contar con la colaboración de cada uno de ellos fue fundamental y sin dudas, una experiencia muy buena para todo nuestro equipo.
Eran todos personajes interesantísimos que no podíamos dejar de incluir. Fueron días de trabajo contra reloj y ¡contra distancia!
-¡Y finalmente llegó el momento de armar los equipos!
Y así, llegamos al día de ayer, a armar los equipos a las cuatro de la tarde y operar para hacer la otra parte del trabajo. Otro enorme desafío que significaba la parte técnica para lograr que todo el esfuerzo que se había hecho hasta acá, pudiera finalmente verse y ¡en streaming!. Significó poner en marcha una transmisión en directo con máquinas de mucha potencia, trabajar a dos cámaras -y de calidad- y a su vez con capturadoras de cámaras.
Todo este equipamiento es una inversión muy grande que venimos haciendo para la productora y que nos permitió aceptar este trabajo, y que también nos deja en condiciones de competir con productoras de ciudades más grandes como Rosario o Buenos Aires con mercados mucho más amplios.
¿Qué fue lo mejor que te dejó a vos y tu equipo esta experiencia?
Sin dudas, haber mantenido y reafirmado nuestra convicción de servir. Ser útil a un proyecto no es lo mismo que simplemente presupuestar y hacer un trabajo. En este caso, pudimos servir.