Innumerables estafas telefónicas se suceden y cada día aparecen casos de personas que recibieron llamados de personas que se hacen pasar por empleados de organismos públicos, empresas o los ya conocidos "familiares" que no son tales con el objetivo de engañar a sus interlocutores. En algunos casos lo consiguen.
Uno de las nuevas víctimas es Matías, un joven de 22 años empleado de una fábrica automotriz y que es paciente recuperado de COVID-19 en San Pedro. La semana pasada, cuando regresaba del trabajo, lo sorprendió un llamado.
Los estafadores le vaciaron la cuenta, solicitaron dos créditos de alrededor de 300 mil pesos cada uno y lo engañaron para que se las transfiera a ellos. Le sacaron los ahorros en dólares y hasta le robaron dinero que tenía de un fondo común de compañeros de trabajo.
Matías denunció el hecho y formuló el reclamo en la sucursal local del banco Santander. Su caso es paradigmático respecto de cómo operan los estafadores y qué respuestas dan las entidades bancarias antes situaciones como estas.
"El martes 4 por la tarde volvía del trabajo, venía durmiendo en el micro, y recibí una llamada telefónica en nombre del Ministerio de Salud, nombrándome un decreto número 320, que supuestamente por haber sido paciente de COVID positivo el Ministerio daba un bono de 17.500 pesos por los descuentos que había sufrido, supuestamente, laboralmente", contó.
Los estafadores le pidieron que vaya a un cajero automático para "vincular las cuentas". Le pasaron los datos, claves y, evidentemente, en el fragor de la conversación lograron obtener lo que necesitaban para acceder a su cuenta bancaria.
"Cuando llego al cajero me hace hacer un procedimiento y consultar el saldo. Yo había cobrado el sueldo y tenía un monto de un círculo de ahorro que había hecho con compañeros, así que tenía una cifra elevada por sobre mi sueldo. Cuando consulto el saldo me faltaban 90 mil pesos. Le dije que me faltaba ese dinero y que iba a hacer la denuncia. Me dijo que había un error y que me lo iban a devolver", relató.
Allí comenzó la estafa. Los delincuentes tenían todos sus datos: sabían nombre, apellido, dónde vivía y que era un recuperado de COVID-19. Le pidieron que saliera del cajero y esperara, que iban a gestionar la devolución del dinero. Tras un tiempo de espera, le dijeron que volviera al banco. Le advirtieron que iba a encontrar más plata de lo que tenía. Así fue.
"Consulté el saldo y tenía 452 mil pesos. Me dijo que supuestamente la AFIP, encargada de la devolución del dinero, me iba a enviar un mensaje para devolver la plata que depositaron de más. Me mandaron un mensaje haciéndose pasar por la AFIP y me hacen hacer todo un procedimiento para devolver el dinero", relató Matías.
La estafa se concretaba: lo que hizo el joven fue transferir, a varias cuentas que el estafador le pasó, el dinero de créditos que habían obtenido en su nombre. "La plata que me habían depositado supuestamente de más era el préstamo, yo pensé que podría tener problemas con la AFIP y empecé a devolver el dinero a distintas CBU, con nombre y apellido, número de CUIL, yo tengo todos los tickets", dijo.
El dinero se giraba a cuentas de distintos bancos. Cuando terminó y llegó a su casa, abrió la app del banco en su celular y se encontró con otros 300 mil pesos de más. Les avisó a los estafadores que tenía esa plata de más y le informaron que al otro día lo llamarían. "Era un crédito UVA de 300 mil pesos que ellos también me habían gestionado", notó después.
Cuando se dio cuenta de que le habían gestionado un crédito a su nombre, se dirigió a la sucursal del banco Santander, donde en principio no lo querían atender porque no tenía turno. Tras reclamar en la puerta, accedieron a escucharlo.
"En el banco me informaron que me habían sacado dos créditos, en dos días", refirió. Además, el ahorro en dólares que tenía también se lo sacaron. "En el banco me dijeron que ellos no pueden hacer nada porque los procedimientos de las transferencias los hice yo. En promedio yo hice seis transferencias de 90 mil pesos cada una y nunca me bloquearon las cuentas ni me llamaron, ni me mandaron un mail, ni nada. El gerente no me dio ninguna solución, me dijo que me asesore con un abogado pero que ellos no podían hacer nada, que los movimientos de mi cuenta los hice yo", contó la víctima de la estafa.
Fuente: LA NOTICIA 1.