Se recuerda hoy en la Argentina el Día del Boxeador, con motivo de aquella memorable pelea del 14 de septiembre de 1923, en el Polo Grounds de Nueva York, en que el argentino Luis Angel Firpo, “El Toro Salvaje de las Pampas,” enfrentó al campeón norteamericano de los pesos Pesados, Jack Dempsey, “El Matador de Manassa”, perdiendo por KO en el 2º asalto en terrible pelea, cuando el argentino sacó del ring al campeón con un tremendo derechazo. Por haber derrochado guapeza, coraje, valor y empuje, dejando bien en alto los puños argentinos a pesar de perder, se declaró al 14 de septiembre como el Día del Boxeador en la Argentina.
Ese combate, considerado en su momento como la Pelea del Siglo, marcó un hito en el boxeo argentino y mundial porque significó el comienzo de la disciplina prácticamente en forma oficial en la Argentina ya que hasta ese momento la actividad estaba prohibida y a raíz de la gran expectativa e interés de todo el público en el país, a partir de allí, el boxeo fue considerado como una disciplina deportiva y comenzó a participar de los Juegos Olímpicos. En este sentido, el boxeo es el deporte que más medallas le dio al país en los distintos Juegos Olímpicos por lejos: 24 medallas, 10 de oro, 7 de plata y 7 de bronce.
Esa histórica y memorable pelea tuvo un marco de 90.000 espectadores que colmaron totalmente el estadio, dejando en boleterías más de un millón de dólares de recaudación, todo un récord para la época de la década del 20. Firpo cayó siete veces y el campeón dos, en el corto tiempo que duró la pelea, pero los dos brindaron un combate tremendo, espectacular y electrizante. El boxeo argentino comenzó a cimentarse hasta llegar a ser lo que es hoy, uno de los más importantes y respetados del mundo.
Corrientes también aportó sus campeones argentinos, desde el goyano Aldo Gamboa en 1960, pasando luego por Ricardo Arce, Lucio “Metralleta” López, Julio César “Chanchi” Medina, Sergio “El Tigre” Santillán y Ramón de la Cruz Sena, que contribuyeron a dar lustre al viril deporte de los puños. Algunos ya partieron de este mundo, como el guapo Rómulo Ibarra, “Metralleta” López, Alberto Almirón y el último, de la etapa gloriosa del boxeo correntino, fue Juan “Chichín” Báez, quien viajó al más allá el pasado 24 de junio. Vaya para ellos en este Día del Boxeador, nuestro recuerdo sincero por haber contribuido de alguna manera al engrandecimiento del boxeo y el deporte correntino. Y para todos los que siguen sus huellas, tratando de reverdecer laureles de los puños correntinos, en esta dura y difícil disciplina, tanto aficionados como profesionales, que están luchando día a día por el bien del boxeo.