Este 6 de diciembre, recordamos a San Nicolás, quien descansó en el Señor en el año 345, hace más de 1,660 años. Su nombre significa "Protector y defensor de pueblos". Este santo fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, la gente conseguía por su intercesión favores admirables.
Nicolás nace en Patara, una pequeña ciudad marítima de Licia, en la Turquía meridional, en el siglo III después de Cristo, y en el seno de una familia acomodada que lo educó en el cristianismo. Su vida, desde su primera juventud, estuvo fundamentada en la obediencia. Quedó huérfano muy joven de ambos progenitores y él, en memoria de la página evangélica del joven rico, usó toda la fortuna paterna para atender a necesitados, enfermos y pobres. Fue elegido obispo de Myra y bajo el reinado del emperador Diocleciano fue exiliado y encarcelado. Después de ser liberado, en el 325, participó en el Concilio de Nicea y murió en Myra el 6 de diciembre del 343. Son muchos los episodios que nos han llegado a cerca de Nicolás, y todos testimonian una vida al servicio de los más débiles, los pequeños y los indefensos.
Este año se celebran 200 años de la firma del acta que conmemora a San Nicolás de Bari, Patrono de la ciudad. Su festejo está cargado de simbologías y en el marco de la Novena del santo Patrono este lunes a las 18 horas se realizará la procesión náutica con la imagen de San Nicolás que recorrerá el río Paraná en una embarcación de Prefectura.
A las 19 horas se hará la bendición de las aguas y se dará inicio a la Procesión a pie por calles céntricas. Luego, a las 20 horas será la Misa en la Iglesia Catedral.