Durante su homilía, el obispo diocesano de San Nicolás, Hugo Santiago, hizo referencia a la Navidad, al cristianismo, y a la solidaridad de las personas que trabajan en los comedores barriales de San Nicolás.
“Hace poco tuvimos una reunión con los obispos de Argentina y coincidimos que la gente está triste y nerviosa por los desafíos que nos plantea la pandemia a todos”, comentó.
Además señaló: “El Papa dice que hay que reconstruir la sociedad desde los más humildes, desde los más pobres. El Papa hace tiempo que está diciendo esta sociedad es tan injusta, tan triste, porque vive sin Dios”.
Y agregó: “¿Cómo reconstruir esta sociedad, como dice el Papa, desde los pobres? ¿Y cómo encontrar la alegría? Hace un tiempo empecé a recorrer los comedores periféricos de San Nicolás, hay unos cuantos, los sostienen los sacerdotes, Cáritas Diocesana y el Estado. Se trata de reconstruir la sociedad a partir de las actitudes que tienen los pobres. Estas señoras cocinan para los niños del barrio, tienen un gran olvido de sí porque ellas son pobres, igual que los niños”.
El obispo destacó luego: “Es lógico que uno no se puede ni rezar ni aprender si tiene el estómago vacío. Es una necesidad básica que hay que satisfacer”.
“Hay dos frases que tienen que ver con el pesebre, dos frases que yo asocio al Niño Jesús: olvido de sí y amor a los demás. Eso es el cristianismo”, resumió.
Santiago apuntó en otro párrafo de su homilía: “Esta sociedad de consumo no consigue generar la alegría. Y es que la alegría tiene origen en otro lado, tiene fuente en el amor a Dios y a los demás”.
“Este Niño y estas señoras nos dan la clave del amor al prójimo, del amor a Jesús, en los más débiles, y nos enseñan también cual es la fuente de la alegría”, dijo y resaltó: “En la cocina siempre hay clima de alegría”.