A las nueve de la mañana de este jueves, 12 de mayo de 2022 debía reanudarse la audiencia por el caso de lo que la fiscalía del Dr. Hernán Granda entiende fueron los casos de abuso sexual simple, agravado por la calidad de los autores y sobre los cuales deberá expedirse el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 del departamento judicial San Nicolás.
En el caso de las audiencias de hoy, este cronista empezará relatando lo que ocurrió sobre el final de la jornada, que tuvo muchos y variados momentos de interés que permitían sacudirse el tedio que provocan muchas veces el oir una y otra vez casi lo mismo.
Decimos que el plato fuerte fue verdaderamente el del final, porque rompió el silencio el sacerdote (suspendido) Tulio Alejandro Matiussi.
El día lunes, cuando tuvo comienzo la apertura de las audiencias, el ex titular de la parroquia San Roque de la localidad de San Pedro, había hecho uso de la opción de no declarar. Elección habitual en las salas tribunalicias. Esa opción, enmarcada y al parecer enmascarada por su abogado defensor Juan Carlos Marchetti (recordemos que el Dr. Gustavo Moreno estuvo ausente las dos primeras jornadas) en negarle legitimidad al tribunal interviniente en función de un recurso interpuesto ante la Cámara de Casación (máxima instancia en materia judicial penal).
Uno comprende poco de tiempos y oportunidades jurídicas, pero a este cronista le parecía más una maniobra dilatoria que cualquier otra cosa. Realmente ese lunes quedó la sensación de que una voz había faltado en la coqueta sala, habíamos escuchado a los otros dos imputados, Ojeda y Rubíes; pero la palabra del sacerdote (suspendido) indudablemente era la que despertaba, o al menos a mi me parecía mayor interés. Esta tarde, finalmente escuchamos su versión.
Habían pasado ya las 17 hs, cuando sorprendió que la defensa anunciara que el imputado Tulio Alejandro Matiussi iba a declarar. No estaba previsto en la lista de declaraciones testimoniales para el día de la fecha, pero él por su condición de imputado, podía hacerlo en cualquier momento (o no hacerlo nunca). Fue un sacudón en la sala, íbamos a escuchar la palabra de quien era por un lado el representante legal del Jardín Belén al momento de los hechos y de quién, para la fiscalía, cometió junto a Ojeda y Rubíes el abuso sexual sobre los niños que asistían en ese año 2017.
Nervioso, con los pies cruzados, las manos entrelazadas por momentos, por momentos apoyadas sobre las piernas, Matiussi tomó la palabra y le dijo al tribunal, con voz firme, que se declaraba inocente, que para él era una locura esto que le estaban imputando.
Fue interrogado, o quizás guiado; por su abogado defensor, el dr Gustavo Moreno en su intervención. Así, Tulio, luego de declararse inocente, comentó al Tribunal (que integran Baquedano, López y, eventualmente para el presente, Ocáriz) que se le hacía difícil creer que justo a él que había tenido particular cuidado contra el abuso y que en sus tiempos de responsable del Centro de Día El Alero, de la ciudad de San Nicolás, había enfrentado junto a la directora de dicha institución un caso y que personalmente instó a que se realizara la denuncia y junto con Maricel Arias ( según dichos del sacerdote suspendido) la habían realizado y él personalmente firmado.
También se tomó unos minutos para aclarar algo que surgía de otros testimonios previos (Matiussi por su calidad de imputado, debe presenciar la totalidad de las audiencias y por tanto escuchó todas y cada una de las declaraciones vertidas). Al ex representante legal del Jardín Belén le pareció oportuno relatarle al Tribunal que no existía de su parte una objeción a la educación sexual en el jardín, sino que existían ciertos lineamientos de la Conferencia Episcopal Argentina (algo así como el club de los obispos, que son los jefes de los curas) acerca de cómo tratar ciertos temas en particular y que de hecho se daba.
Pasó luego, a comentar como fue su llegada al Jardín Belén entre los años 2013 o 2014 no pudo precisar la fecha con exactitud, pero que un hecho de sustancial importancia se dio sobre fines de 2016 y cuyas implicancias parecen tornarse hoy centrales en la estructura de la defensa del cura. Sobre diciembre de ese año, 2016, la directora del jardín Belén se jubiló.
Para cubrir el cargo (siempre según dichos del ponente que este singular cronista oyó desde la primera fila de banquitos reservada para el público), existía cierta expectativa por parte de quienes ya venían cumpliendo funciones en el equipo directivo de la institución, pero que pese a conocer esa situación, Matiussi y la directora saliente, resolvieron (era su potestad hacerlo) convocar a hacerse cargo de la dirección a una docente que se desempeñaba en lo que definió como “el otro jardín católico de San Pedro, el del Socorro”. Es así como este fue el detonante (recordemos que este hecho se suma a las sospechas acerca del manejo de fondos y multiplicación de rifas, etc de los que hablaron numerosos testigos) de un clima institucional que parecía ser insostenible. Las docente habrían formado un frente común para hacerle saber al Matiussi ( y según dichos de otros testigos también a las nueva directora) que no terminaban de aceptar que quien ocupara la dirección del Jardín Belén no sea una docente surgida del mismo jardín. De las inferiores, dirían en un club deportivo.
Es así como Matiussi intentó trasladarle al tribunal la imagen de la negativa atmósfera que se vivía en ese año 2017, año de los abusos denunciados, en el Jardín. Este relato se condice absolutamente con lo que manifestaron los otros testigos vinculados a la institución, como fue el caso de Perla Bassante y Florencia Bonvissuto en el día de ayer, solo por citar dos casos.
Un tema bastante discutido, y sobre el que también respondió el ex representante legal del Jardín y hoy en el banquillo, es acerca de si tenía o no tenía llaves del establecimiento. Sobre el particular, Matiussi aclaró que “tenía y debía tenerlas” pues en casos excepcionales como por ejemplo que la alarma sonara en horas de la noche, él por estar más cerca (la casa parroquial se encuentra en el terreno lindante al jardín en los fondos del terreno que ocupa el Templo). Pero también aclaró que solamente tenía las llaves de acceso por la puerta principal.
Tulio Matiussi, contó en la sala, que a mediados de noviembre de 2017 las maestras y equipo directivo lo convocan a una reunión porque estaban preocupadas por una situación de posible abuso que una mamá refería. El dicente intenta luego explicar que las docentes estaban al tanto antes que él de lo que sucedía y que no se lo habían comunicado de inmediato. Es así como se reúne con una de las mamás (Carla Vitale) y las docentes, que en esa reunión, que el sacerdote (suspendido) cuenta fue normal y tranquila, a pesar de la temática; Carla Vitale y Gonzalo Fandiño iban a concurrir a Capital para consultar un especialista sobre los “indicios de posible abuso” que manifestaba el menor y que luego se pondrían en contacto. Al mismo tiempo refiere haber indicado a la directora del Jardín ponerse en contacto con la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP), dependencia del ministerio de Eduación de la Provincia que monitorea la eduación privada, para ponerlos al tanto sobre la situación.
Pasados unos días, luego de tomar conocimiento el día 6 o 7 de diciembre de que el posible abusador podría ser Anselmo Ojeda, portero del establecimiento, Tulio decide apartarlo del cargo de inmediato. En este punto el clérigo hizo especial hincapié, el sostiene que ni bien se enteró acerca de la posibilidad de que fuera Ojeda el presunto agresor actúo rápida y celeramente en sacarlo de la institución (sobre el particular, aunque en otro momento se produjo un cruce verbal con la fiscal Franca Padulo, que interrogó al sacerdote suspendido, sobre la dilación en los tiempos acerca de lo que le había manifestado Carla Vitale a mediados de noviembre y esos días de diciembre, Matiussi refirió que Vitale nunca le había mencionado a Ojeda).
Más adelante, en su declaración también hizo referencia a las demás reuniones con los padres que tuvieron lugar en el jardín de manera más o menos formal. Su posición es que siempre y en la medida de sus posibilidades hizo frente a la situación, convocando incluso a reuniones los fines de semana (fechas sin actividad escolar) para tratar los temas.
Con referencia a los dichos de otros testigos acerca de la presencia muy frecuente de Anselmo Ojeda en la parroquia, Matiussi negó esta situación, negando también que tuviera las llaves del templo de manera permanente, sino de manera ocasional cuando él debía viajar.
Consultado por el dr Marchetti ( su abogado) acerca de cómo vivía esta situación, Matiussi dijo que atraviesa un dolor muy grande, que esta situación le destruyó la vida porque la duda sobre él (incluso en el caso de ser declarado inocente) quedará instalada.
Con esas palabras, y sin seguir el tono melodramático que pretendía poner el avezado Marchetti, culminó la que era sin dudas una de las declaraciones más esperadas del Juicio.
Lo que aconteció este 12 de mayo en Guardias Nacionales 47 ha sido de una riqueza tal para la crónica, que he debido partir en dos la misma. En la próxima, adelantamos una conversación que este cronista ha tenido con Carla Vitale acerca de unas líneas de una anterior publicación y las impresiones que una serie de testimoniales sustanciosas tuvieron lugar. Disculpas de rigor…
Cobertura: Lic Sebastián Arias
Foto: Dr Gustavo Moreno, Padre Tulio Matiussi y Dr Juan Carlos Marchetti