Salud
21/05/2022 - 12:50:17



El nene rosarino trasplantado por hepatitis aguda grave recibió el alta


Pablo Álbarez, el nene de 8 años que recibió un trasplante de hígado el pasado 11 de mayo, fue dado de alta este viernes. Su caso cobró trascendencia porque se trató del primer menor en la Argentina afectado por hepatitis aguda grave de origen desconocido.

Tras una recuperación récord de nueve días, el pediatra Alejandro Costaguta confirmó que “Pablito se va a su casa en unas horas” y que a largo plazo el niño recibirá asistencia médica y psicológica por lo que vivió. “Todos sentimos una enorme satisfacción porque las cosas se hicieron bien”, señaló Costaguta.

El cuadro de hepatitis fue detectado el 4 de mayo y puso en riesgo la vida de Pablo, que tuvo que ser trasladado de la localidad santafesina de Funes al Sanatorio de Niños en Rosario. Allí lo derivaron los médicos cuando vieron que su estado había empeorado y se reducían las posibilidades de que su hígado mejorara.

Una familia de La Pampa realizó la donación y el nene ingresó al quirófano el miércoles 11 de mayo. Después de casi ocho horas de cirugía, la operación resultó exitosa y Pablo comenzó a estabilizarse. De acuerdo con el plan de los médicos, y ante la respuesta favorable de su organismo, el nene pasó a una sala común después de la cirugía.

A las 72 horas, Pablo despertó y pidió hablar con su mamá, Vanessa Sobrero (40), y cinco días después recibió el alta para volver a su casa en Funes. “Ahora está mirando videos de pesca en el televisor, charlando. Es un nene como cualquier otro que se tomó un desayuno con vainillas”, detalló el pediatra este viernes.

Al mismo tiempo, remarcó que “la unión del sector privado y público tuvo un rol muy importante en este como en otros trasplantes”.

El hígado que recibió Pablo Álbarez fue donado por la familia de un joven fallecido en La Pampa. Apenas salió del Sanatorio de Niños, Vanessa Sobrero les agradeció: “Jamás olvidaré a los padres que tuvieron ese gesto inmenso en medio del dolor”,

La mamá de Pablo dejó en claro que no olvida los días de angustia que vivió desde que le mencionaron la posibilidad de un trasplante, y que antes de la internación había acompañado a su hijo con la idea de que tenía “una hepatitis así nomás”.

“Me estaba muriendo, no lo esperaba”, fue la reacción de la mujer cuando le contaron que su hijo debía pasar a terapia intensiva. Tres días después y ni bien despertó, Pablo pidió hablar con ella.

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