La comunidad boliviana tomó las calles del Santuario para homenajear al Niño Dios, en una fiesta multicolor que comenzó el sábado, y terminará en Navidad. Luego de una celebración religiosa en el Santuario Diocesano, recorrieron las calles adyacentes, y brindaron un espectáculo de música y color con un profundo sentimiento religioso.
Peregrinos y curiosos adhirieron con respetuoso silencio a los bailes y reverencias a la pequeña imagen transportada en andas y adornada para la ocasión. Distintas morenadas y un grupo de tobas mostraron sus esfuerzos durante el año para esta ocasión.
Los festejos continuaron anoche en el Club Social Buenos Aires, y seguirán hasta la culminación de la novena, la víspera anterior a Navidad.