Conocé los lineamientos del proyecto sobre la nueva ley de VIH que tuvo media sanción en la Cámara de Diputados.
En 1990 se promulgó la actual Ley Nacional de Sida, una ley que fue pionera en la región por muchas cosas y que todavía hoy garantiza el tratamiento universal para todas las personas con VIH.
En los últimos 30 años la epidemia cambió: tenemos nuevas herramientas para dar respuesta al VIH. Sabemos más, sabemos que indetectable es igual a intransmisible, existen nuevos tratamientos y nuevas formas de pensar la prevención. Por eso, es necesario actualizar la normativa vigente.
El proyecto que en la Cámara de Diputados y Diputadas el jueves 5 de mayo es una propuesta impulsada por las organizaciones de personas con VIH desde hace muchos años. Esta media sanción es un paso adelante para encontrar mejores respuestas desde un enfoque de derechos a la epidemia del VIH y a las hepatitis virales y las ITS, que actualmente no cuentan con marco normativo.
Lo más importante es el cambio de paradigma hacia el enfoque de derechos humanos. Sobre todo, trabajar en contra de la discriminación y el estigma, dos cuestiones que hicieron que el sida siga siendo hoy en día un problema de salud pública. Este proyecto, a diferencia de la Ley Nacional de Sida vigente, tiene un enfoque de derechos, entendiendo a la salud como una respuesta integral y no solo biologicista.
El proyecto que tiene media sanción contempla
Incorporar una mirada que tenga en cuenta especialmente a las personas más expuestas al VIH. Al cambiar el enfoque biomédico no solo se garantiza la medicación, sino que lo más importante es que se garantizarán otros aspectos que tienen que ver con la calidad de vida y la salud integral de las personas. Además no sólo eso, también resguarda a las personas que conviven con VIH de distintas instancias de discriminacion, en clara referencia a uno de los ejes principales de esta nueva ley como la prohibición del test de VIH, Hepatitis, TBC e ITS en los exámenes médicos preocupacionales.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de más de 200 instituciones y organizaciones civiles, plantea un cambio de perspectiva y pone foco en lo social, apuntando a mejorar la calidad de vida y prevenir muertes evitables.
Garantizar el acceso oportuno y sin interrupciones a las herramientas disponibles de prevención y tratamiento.
Eliminar algunas barreras para la implementación del autotest y estrategias de prevención como la Profilaxis Pre Exposición (PrEP).
Eliminar las formas de criminalización a la exposición o transmisión del VIH, asi como frenar el estigma y la discriminación en todas sus formas, protegiendo a las personas con VIH y otras ITS y también a aquellas personas especialmente expuestas.
Proteger de la discriminación en todos los ámbitos incluido el laboral y asegurar la privacidad del diagnóstico, asi como favorecer la empleabilidad de las personas con VIH prohibiendo el testeo en preocupacionales en los ámbitos públicos y privados. Propone, además, que toda prueba para detectar esas patologías deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal, a la vez que promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quiénes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
Establecer mecanismos para asegurar a aquellas personas en situación de vulnerabilidad acceso a las pensiones no contributivas, y para quienes viven con VIH y/o ciertas consecuencias de las hepatitis virales la posibilidad de acceder a una jubilación anticipada con 20 años de aportes. Se trata de medidas dirigidas a garantizar y reparar derechos, orientadas a personas que transcurrieron desde su diagnóstico años de exclusión y discriminación. De este modo, quienes acrediten al menos diez años desde el diagnóstico de la enfermedad y 20 años de aportes jubilatorios, pueden solicitar la jubilación a partir de los 50 años.
Extensión de la provisión de leche de fórmula hasta los 18 meses (antes llegaba sólo a los 6 meses) para bebés de madres positivas.
El proyecto también promueve la capacitación, investigación, difusión de campañas masivas y la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis, integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de los organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil con trabajo en estas patologías.
Si el Senado avanza con la sanción de esta ley, las políticas públicas en respuesta al VIH y las ITS van a tener que incorporar estos lineamientos.
Dr. Martín Brignoli