La esquizofrenia es un tema que desde siempre captó la atención de la ciencia y medicina para buscar curas alternativas, y de hecho, cada 16 de agosto se conmemora su Día de concientización e inclusión.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 21 millones de personas en el mundo padecen esquizofrenia. Sin embargo, más del 50 % de esta población no recibe una atención adecuada y sumado a esto, en países pobres, esta cifra puede llegar hasta el 90 % de pacientes sin recibir la atención que necesitan.
La Esquizofrenia, aunque nunca no se tiene identificada una razón concreta que cause la enfermedad, se considera que puede llegar a ser multifactorial. Algunos de los aspectos que pueden incidir en el desarrollo de la misma son los factores genéticos, perinatales, psicosociales o ambientales.
Según los expertos, las personas que padecen esquizofrenia tienden a morir anticipadamente por suicidios, desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, o enfermedades físicas.
En este sentido, se destaca factores como la falta de autocuidado y en algunas ocasiones, medicamentos antipsicóticos pueden alterar parámetros metabólicos que predisponen a que las personas sufran enfermedades cardiovasculares.
De acuerdo con la OMS, algunas de los síntomas más comunes son: Alucinaciones: la persona puede oír, ver o percibir algo que no existe. Delirios: el paciente puede tener creencias o sospechas erróneas y persistentes no compartidas por otras personas de la misma cultura. Conducta extravagante: esto se refiere a que el individuo puede murmurar y reírse para sí mismo. Discurso desorganizado: las personas que padecen esquizofrenia pueden hablar de manera incoherente o no pertinente. Alteración de las emociones: una notable desconexión entre la emoción declarada y su expresión facial o el lenguaje corporal.
No obstante, la medicina resalta que la esquizofrenia es una condición que se puede tratar actualmente, ya que con una terapia adecuada el paciente puede aliviar sus síntomas y mejorar no solo su calidad de vida, sino también la de su entorno cercano.
Por otra parte, las personas que padecen esquizofrenia enfrentan muchos retos, incluso, una vez recibido el diagnóstico, principalmente por la aceptación de tener esta enfermedad.
Dicha situación, se puede presentar debido a la demora que puede haber en la aceptación por parte de los pacientes, familiares y amigos, y esto se debe sobre todo a los estigmas y mitos que rodean tanto a la enfermedad, como a la medicación.
Ante esta situación, esta es una enfermedad como cualquier otra, que requiere de un tratamiento integral y multidisciplinario, además, los pacientes necesitan del apoyo de quienes lo rodean.
Fuente: OMS (Organización Mundial de la Salud)